Anasagasti: "Vi una Caracas sucia, abandonada y terriblemente atrasada"

El senador del PNV Iñaki Anasagasti, nacido y residente durante años en Venezuela, viajó entre el 22 y 25 de julio a Venezuela para visitar a los presos políticos encarcelados en el país bolivariano y firmar la declaración de Caracas, un documento en el que piden la liberación de los presos, el respeto a los derechos humanos y la observación internacional para garantizar unas elecciones justas el próximo 6 de diciembre. "Si las elecciones son limpias, se dará la vuelta al chavismo", asegura el senador en declaraciones a este medio.

Iñaki Anasagasti se encuentra ya en España y contesta por teléfono a la preguntas de www.lainformacion.com . Invitados por la alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la delegación del Senado, integrada por Iñaki Anasagasti, del PNV, José Miguel Camacho, del PSOE, y Andrés Gil García, de CiU, llegó a Caracas sin problemas para entrar en el país y en un clima de gran expectación, con decenas de periodistas esperándoles. "Teníamos temor de que no nos dejasen entrar pero afortunadamente, tras esperar una hora para recoger las maletas" entramos en el país, recuerda el senador que no esconde su "sorpresa" ante el gran número de periodistas y personalidades que les esperaban en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Hasta allí se acercó el embajador de España, la esposa del encarcelado alcalde de Caracas, la esposa de Leopoldo López y Corina Machado, la diputada recién inhabilitada por el gobierno venezolano. No obstante, al senador del PNV, el recibimiento que más le sorprendió fue el de un cuerpo de efectivos de la policía bolivariana que les acompañó durante todo el viaje y facilitó el tránsito de la delegación por las congestionadas calles de Caracas. "Tuvimos una protección de la policía bolivariana que no tuvieron los diputados de Brasil cuando fueron allí. Nos trataron realmente bien", reconoce.

Los senadores llegaron al país con el objetivo de visitar a tres de los 75 presos políticos que están encarcelados en Venezuela: Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, Daniel Ceballos, exalcalde de San Cristóbal y Leopoldo López, líder opositor. "De los tres objetivos, solo pudimos cumplir uno", lamenta Anasagasti.

Los tres presos políticos con los que tenía previsto reunirse la delegación española son los más mediáticos de Venezuela. Y sus historias las conocemos, en parte gracias a sus mujeres que se han convertido en altavoces de las injusticias políticas y judiciales de sus maridos. "Venezuela es famosa por muchas cosas pero también porque tiene muchas misses , muchas mujeres guapísimas pero luego están las otras misses que son las mujeres de las presos políticas", explica a www.lainformacion.com, el senador del PNV.

Patricia Ceballos es la esposa de Daniel Ceballos que está encarcelado en la cárcel de Guárico. Hasta ese penal de máxima seguridad fue la delegación española con el objetivo de visitar al opositor y comprobar que sus derechos no están cercenados. "Nos dijeron que teníamos que esperar, estuvimos más de dos horas en el exterior y sin ninguna explicación, nos dijeron que no podíamos verlo", señala.

Al día siguiente, acompañados por la activista Lilian Tintori, fueron a la prisión militar de Ramo Verde donde está encarcelado Leopoldo López, uno de los símbolos de la represión política en Venezuela. El líder del partido opositor Voluntad Popular, fue detenido el 18 de febrero de 2014, acusado de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio en medio de las protestas que se tomaban las calles de varias ciudades venezolanas. Lleva encarcelado un año y medio y su arresto en la prisión Ramo Verde ha sido condenado por varios organismos internacionales y su liberación ha sido recomendada por el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU. Además, Amnistía Internacional,Human Rights Watch y otras organizaciones de derechos humanos también han condenado su encarcelamiento al considerar que hay indicios de motivos políticos. "Después de esperar durante horas también nos dijeron que no podíamos visitarle, sin ofrecernos ningún tipo de explicación", denuncia Iñaki Anasagasti.

En este momento de nuestra conversación, el senador se detiene para elogiar el coraje de las mujeres de los presos políticos venezolanos: "son de acero inoxidable con las ideas claras y una gran capacidad para trasmitir el dolor que sienten. Llevan la explicación de los que está sucediendo ahí donde van", describe.

Sobre el alcalde de Caracas, a quién sí pudieron visitar en su domicilio, donde permanece condenado a arresto domiciliario, apunta que "está entero, lúcido y a la espera de que cursen un acusación formal contra él" porque hasta el momento no está imputado.El lenguaje de Maduro no es propio de un jefe de estado

Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales de 2013 con una ventaja de poco más de un punto y medio porcentual. Apenas 234.935 votos marcaron el devenir del pueblo venezolano, un pueblo sumido en la crisis económica, la violencia recorriendo sus calles y con las cárceles llenas de opositores. "Maduro quiere imitar a Hugo Chávez en todo, pero la situación es mucho peor y el deterioro es mayor. Los comercios están desabastecidos, la gente está muy cansada y está dispuesta a cambiar su voto y apoyar la oposición", cuenta a www.lainformacion.com

Durante su viaje, los senadores fueron el blanco de las críticas de Maduro. El presidente de Venezuela calificó la visita de "irritante y vomitiva". El senador es contundente: "ese no es lenguaje para un jefe de estado" y añade que "ese tipo de léxico, que no convence a nadie, es totalmente inadmisible en un sistema democrático".Vi una Caracas sucia, abandonada y terriblemente atrasada

El senador del PNV Iñaki Anasagasti, nacido y residente durante años en Venezuela, asegura que Caracas, "que un día fue modelo de ciudad dinámica y moderna, está terriblemente atrasada. La gente en la calle que es muy divertida y alegre, esta tristona. Y monotemáticamente hablando de la situación: a uno le han atacado, el otro ha hecho una cola de cuatro de horas, el otro no ha podido conseguir pañales para su niño…en fin, viviendo la tragedia muy intensamente", concluye.