La interconexión eléctrica entre España y Francia parada por 700 millones de la UE

  • El acuerdo España-Francia se renegociará si la UE no concede la subvención de 700 millones solicitada

    En 2020, España será el único país de Europa continental por debajo del objetivo del 10% de interconexión

Autoridades de España y Francia en la presentación de interconexiones en 2015.
Autoridades de España y Francia en la presentación de interconexiones en 2015.
EFE
Santiago Carcar

Mejor un mal acuerdo que un mal pleito y mejor avanzar en las conexiones con Europa, aunque sea sobre el papel, que permanecer como una isla energética en el continente. Los reguladores eléctricos de España y de Francia alcanzaron la pasada semana, tras seis meses de negociación, un acuerdo para hacer una interconexión eléctrica submarina a través del golfo de Vizcaya. Ambas partes comunicaron que se había llegado a un compromiso para repartir los costes del proyecto valorado en 1.750 millones de euros. Es verdad, pero no es toda la verdad. En realidad, el reparto de los costes está abierto y dependerá de si la UE concede o no la subvención del 40% que piden los dos países. El acuerdo, en suma, está condicionado a la subvención externa, según admiten fuentes al tanto de las negociaciones.

Las fuentes consultadas en la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), en Red Eléctrica de España (REE) y en el Ministerio de Energía admiten que en este momento no se conoce qué desembolso tendrá que hacer España. "Es cierto que un acuerdo como el alcanzado con la Commission de Régulation de l'Energie (CRE) de Francia es poco habitual" admiten fuentes del regulador "pero es un buen acuerdo".

En realidad, lo que han pactado la CNMC y la CRE francesa es trasladar presión a la UE para que apruebe para el proyecto una subvención por importe de 700 millones de euros, lo que cubriría el 40 % de la inversión necesaria. Como argumento cuentan con el hecho de que la conexión submarina fue declarada proyecto de interés común por la Comisión Europea (CE) en 2013 y 2015, y que, por lo tanto, puede recibir financiación comunitaria. 

Pero ¿qué sucedería si la subvención comunitaria no alcanza ese 40% del proyecto? Según fuentes al tanto del compromiso, en ese caso habría que renegociar el acuerdo. En el comunicado que celebró el pacto  se precisaba que el reparto de los costes se realizaría en función de los beneficios obtenidos por cada país. La conexión submarina que unirá Gatica (España) con Cubnezais (Francia) en 2025, beneficia más a España. La línea impulsada por Red Eléctrica (REE) y por su homóloga francesa Réseau de Transport d'Électricité (RTE), duplicará la capacidad de interconexión entre los dos países, que pasará de 2,8 gigavatios a cinco gigavatios.

Para España, la interconexión con Francia es crucial. El país es una isla energética. El sistema eléctrico español está interconectado con el sistema portugués, con el del norte de África y muy poco con Francia. En conjunto la interconexión de España (la capacidad de importar electricidad respecto a la potencia instalada) no llega al 5%.

Es un porcentaje muy escaso, como corresponde un sistema prácticamente aislado. La Unión Europea recomendó en el 2002 que todos los estados miembros deberían alcanzar en el 2020 un mínimo de un 10 % de ratio de interconexión. Todo con la vista puesta en un todavía muy utópico mercado único de la energía.Por debajo del 10% en 2020

En Red Eléctrica explican que en 2020, incluso con todas las interconexiones previstas, España será el único país de Europa continental por debajo del objetivo del 10%, por lo que será necesario seguir desarrollando nuevas interconexiones. Estos proyectos son la interconexión norte con Portugal entre Galicia y el Minho portugués, un transformador desfasador en Arkale y el Proyecto Bahía Vizcaya, y la interconexión submarina por el Golfo de Vizcaya .

Las interconexiones no sólo son importantes para España. En el norte de África, países con fuertes vínculos comerciales con la península reclaman también su enganche eléctrico. Argelia ha trasladado a España que necesita una interconexión eléctrica con la península, además de las conexiones de gas que funcionan desde Tarifa (gasoducto Duran-Farell) y Almería (Medgaz). La petición se produjo en el encuentro que mantuvieron el pasado 3 de julio el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal y su colega argelino Mustafá Guitouni. Fuentes al tanto del contenido del encuentro aseguran que Guitoni reclamó a Nadal que España asuma el coste de tender la conexión que daría salida a la producción de algunas centrales de gas (ciclo combinado) argelinas. 

 

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