Informe anual de supervisión

El BCE teme por el impacto indirecto de la guerra en el perfil de riesgo bancario

La autoridad no puede obligar a las entidades a aplicar el contraataque financiero sobre el Kremlin por mandato, pero mantiene un contacto diario para garantizar que hacen un control interno adecuado. 

Andrea Enria
Andrea Enria, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). 
Efe

Los equipos de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE) analizan los posibles efectos colaterales de la guerra sobre las entidades financieras, aunque admite que son difíciles de estimar. La autoridad monetaria apunta como un riesgo los sectores o clientes afectados indirectamente por las sanciones, ya sea por la volatilidad en los mercados de energía y materias primas, en los mercados financieros o por el deterioro general de las perspectivas macroeconómicas. La autoridad con sede en Fráncfort monitoriza de cerca los perfiles de riesgo de los bancos europeos y, a la vez, les ha instado a mejorar sus defensas internas contra los ataques cibernéticos.

Andrea Enria, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), ha asegurado que sus equipos de supervisión mantienen un contacto diario con las entidades financieras para recibir feedback sobre las implicaciones prudenciales del régimen sancionador impuesto por Occidente al Kremlin. El organismo revisa, fundamentalmente, que los bancos implementen los controles internos adecuados para cumplir con el contraataque financiero, a pesar de que por mandato no puede obligar al sector a ejecutarlo.

"Estamos siguiendo muy seriamente las implicaciones prudenciales de las sanciones, pues su implementación efectiva es una tarea arriesgada para la banca, que necesitan ajustar de forma constante sus operaciones para adaptarse a la naturaleza multifacética y en constante evolución del marco sancionador", ha indicado Enria en una audiencia celebrada en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo con motivo de la presentación del Informe Anual de Supervisión del BCE. 

En todo caso, ha querido subrayar que el sector bancario está bien posicionado para asumir el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania debido a los sólidos niveles de capital y liquidez. Las exposiciones directas de los bancos europeos a Rusia parecen entonces manejables. Según sus cálculos, ascienden aproximadamente a 100.000 millones de euros, concentrado en unos pocos grupos que operan en Rusia, Ucrania o Bielorrusia a través de subsidiarias. Incluso en el escenario extremo en el que los bancos tuvieran que eliminar sus negocios transfronterizas y decidir y retirarse de estas regiones, el impacto general sobre el capital no pondría en peligro el cumplimiento de los requerimientos regulatorios. 

Mostrar comentarios