Benjumea acusa a Santander de forzar su cese en Abengoa para colocar a Monzón

  • El expresidente asegura que le habría correspondido cobrar 14,4 millones de indemnización por su cese y no  11,4 si hubiera tenido un contrato laboral
Imagen de Felipe Benjumea
Imagen de Felipe Benjumea
EFE

El banco Santander condicionó su participación en la fallida ampliación de capital de Abengoa de 2015 a que al frente de su consejo de administración se colocara al expresidente de Indra, Javier Monzón. Así lo ha manifestado el antiguo primer ejecutivo de la multinacional energética, Felipe Benjumea, durante su declaración como acusado en el juicio que se sigue contra él por haber recibido una indemnización de 11,4 millones de euros a escasos dos meses de que la empresa solicitara el preconcurso de acreedores. Benjumea ha culpado al primer banco español de imponer la condición de su salida y su sustitución por el hombre de confianza de Ana Patricia Botín, lo que habría dado al traste con la ampliación y habría iniciado la debacle de compañía.

La condición, según Benjumea, se le expuso en una conversación con el presidente del Santander España en la segunda quincena de septiembre de 2015. Días antes, el 14 de septiembre, Echenique, según la versión de Benjumea, había comunicado al entonces consejero coordinador de Abengoa y después presidente, Antonio Fornieles (también acusado), que no estaban dispuestos a firmar el contrato de aseguramiento de la ampliación de capital si el entonces presidente no salía del consejo de administración. Que eso era una "condición innegociable", según la declaración de Benjumea. Esa condición hizo que los demás bancos que participaban en la operación (HSBC y Crédit Agricole) se negaran a suscribir la operación.

En el encuentro directo entre Benjumea y Echenique, este último, según lo manifestado ante el tribunal por el primero, le dijo textualmente: "Tú te vas del consejo y nombras a Javier Monzón". "Yo le dije que no me iba, pero que si el consejo de Abengoa me despedía yo no sería un obstáculo para que se firmara el contrato de aseguramiento [de la ampliación de capital]", ha asegurado el expresidente ahora acusado. "Le dije que yo no podía nombrar a Monzón porque no me correspondía, que tenía que ser el consejo quien lo hiciera", ha añadido. Acto seguido, según Benjumea, avisó al ejecutivo del Santader de la falta de idoneidad del expresidente de Indra. "Monzón ha sido hasta hace poco un gran competidor de Abengoa así que no es buena cosa", ha dicho el ex primer ejecutivo de la energética.

Fue entonces cuando, según Benjumea, Echenique se echó atrás en su exigencia de que el banco eligiera directamente al nuevo presidente. El expresidente ha asegurado que ante la inconveniencia que había planteado sobre Monzón, el directivo del Santander le dijo: "Pues que se nombre a una persona de la casa y ya diré yo algo más adelante". Luego añadió, siempre en boca de Benjumea: "No tengo nada de personal contra ti, has perdido la confianza del Santander". El acusado se ha mostrado muy sorprendido por esas palabras al asegurar que solo dos meses antes, en julio, el banco había aprobado todas las operaciones de riesgo con Abengoa, había concedido créditos por 270 millones y había emitido un informe favorable a la compañía donde recomendaba comprar la acción a 4 euros.

Asegura que debió cobrar más

La salida de Benjumea se aprobó en el consejo de administración de la compañía el 23 de septiembre de ese año. Como resultado, el expresidente cobró una indemnización de 11,4 millones de euros. Esa cantidad, según el expresidente, era la que le correspondía según el contrato mercantil de alta dirección que le obligaron a firmar con la reforma de la Ley de Sociedades de Capital. Benjumea sostiene que, si hubiera seguido con el contrato laboral que tenía desde hacía décadas, la cantidad que le hubiera correspondido cobrar hubiera sido superior hasta alcanzar los 14,4 millones de euros -tres más de los que cobró- con el Estatuto de los Trabajadores en la mano. 

El fiscal y las acusaciones sostienen que, aunque el consejo de administración acordó su cese ese día, la salida de Benjumea fue voluntaria y no forzada por los bancos, y que tendría como objetivo el cobro de esa cantidad millonaria, todo ello con pleno conocimiento de la mala situación en la que se encontraba Abengoa. Sin embargo, el expresidente lo ha negado, y se ha referido a su salida en todo momento como "mi despido"·. Incluso ha asegurado que avisó a Echenique de que su cese tendría consecuencias económicas para la empresa debido a los resarcimientos que contemplaba su contrato. 

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