Catalana 'hace caja' y vende un edificio VIP en la Puerta de Alcalá por 26 millones

  • El grupo asegurador transfiere el complejo de Plaza de la Independencia, número 2, a un inversor particular desconocido por casi 26 millones de euros.
Edificio de Catalana Occidente en la céntrica Plaza de la Independencia de Madrid.
Edificio de Catalana Occidente en la céntrica Plaza de la Independencia de Madrid.

Su ubicación es de las más emblemáticas de Madrid. Un codiciado inmueble frente a la mítica Puerta de Alcalá, propiedad antigua de Catalana Occidente y que el grupo acaba de transferir por 25,57 millones de euros a un inversor particular cuya identidad guarda con celo la aseguradora presidida por José María Serra.

El complejo levanta ocho alturas en el número 2 de la Plaza de la Independencia -ocho plantas y sótano-, ofreciendo la privilegiada vista del parque del Retiro a sus inquilinos en una de los barrios más selectos de la ciudad. Su uso es residencial, aunque ha albergado una oficina de la filial del grupo Seguros Bilbao en la planta baja.

A pesar de la privilegiada situación, el edificio no era para Catalana un activo estratégico por su uso residencial. En el grupo enmarcaron la operación en la política de rotación de inmuebles, que en los dos últimos años se ha saldado con importantes adquisiciones en Madrid y Barcelona, además de iniciar proyectos ambiciosos de reforma en algunos complejos para actualizarlos, conseguir una gestión más eficiente, y ponerlos en valor.

El grupo asegurador tiene un patrimonio inmobiliario que alcanza los 1.172 millones de euros a valor de mercado; y el inmueble con balcón a Puerta de Alcalá era uno de sus singulares activos. Esquina con la calle Salustiano Olazága y frente a la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, el complejo contaría con unos 4.180 metros cuadrados conforme a los datos públicos registrados en el Catastro. En la transacción han contado con el asesoramiento de Cuatrecasas.

Nuevas apuestas en Madrid y Barcelona

Con la desinversión la compañía puso el broche a un 2017 más bien de compras. En el otoño sellaba la adquisición del complejo de oficinas Luxa, en el distrito tecnológico 22@ de Barcelona, por 90 millones de euros al grupo Castellví, y los fondos Stoneweg y 1810 Capital Investments. El complejo conformado por dos inmuebles diseñados por el despacho de arquitectura Batlle & Roig preve acoger oficinas de Amazon y de WeWork.

Meses antes, casi con el arranque del ejercicio, había sacado el talón para asumir la propiedad de La Llave de Oro por 21 millones, edificio situado en el número 289 de la calle Pere IV y que alberga, como inquilina, a la tecnológica Atos Origin. El año anterior era su filial Plus Ultra Seguros la que compraba el edificio de Standard Life Investment en Castellana 55 por cerca de 60 millones.

Y en paralelo, e grupo había reservado otros 30 millones para rehabilitar el Palau Pascual i Pons, su sede histórica en el paseo de Gràcia de Barcelona; dos años antes de que decidiese mover el domicilio social de grupo y filiales a Madrid ante la incertidumbre sobre seguridad jurídica generada por el pulso independentista y que ha forzado a migrar sede a prácticamente todas las entidades financieras con residencia en Cataluña.

El ladrillo, seduce al mundo asegurador

El ladrillo, en general, es la gran apuesta de nuevo de las aseguradoras desde hace un par de años por el deseo de buscar el mejor provecho a sus inversiones. La razón es que los tipos de interés hundidos a cero han hecho desaparecer activos a los que este gran inversor destinaba parte de su patrimonio, tales como depósitos bancarios y algunos de los títulos del Tesoro (las letras, por ejemplo, no solo no rentan sino que cuestan dinero adquirirlas en el momento de su emisión). 

La inversión de las aseguradoras continúa siendo muy selectiva, buscando edificios prime cuyo valor en el tiempo suele revalorizarse o, como mínimo, mantenerse, además de ofrecer rentas interesantes con el alquiler de sus espacios. Pero también empiezan a embarcarse en proyectos de infraestructuras, como financiador de fondos que invierten en el mundo inmobiliario o con tomas de participaciones en Socimi, aunque aún de forma incipiente.

Bajo este prisma, la mítica Puerta de Alcalá ha vivido más de un cambio de dueño en los últimos años…, entre aseguradoras. El grupo controlado por la familia Serra ha sido el último en mover ficha cerca del céntrico gran pulmón de Madrid.

Antes fue Mapfre, por ejemplo, la que ganó la mano a otros postores hace ahora un año y medio en la pugna por uno de los inmuebles más singulares de la Plaza de la Independencia, situado en el número 6, y que pertenecía a la Mutualidad Notarial. En la zona hay residencias asimilables a la de Catalana, con privilegiado balcón, que ofrecen viviendas de superlujo a la escalofriante cifra de 4 o 6 millones de euros.

Mostrar comentarios