El presidente del grupo franco holandés Air France-KLM, Jean-Marc Janaillac, anunció hoy su dimisión, debido a la derrota de su propuesta de mejora salarial en una consulta realizada a sus trabajadores para acabar con las huelgas que han afectado a la compañía en los últimos meses. "Más allá de las expectativas salariales, este voto es el resultado de un malestar. Conforme había prometido, asumo las consecuencias de este voto y presentaré mi dimisión en los próximos días", dijo en una conferencia de prensa.
El directivo había propuesto a los empleados un incremento salarial (un 2% este año y un 5% suplementario de forma escalonada en los tres siguientes) confiando en que la posición de los sindicatos en favor del paro no es mayoritaria, pero su propuesta fue derrotada por el 55,44% de votos en contra.
La participación entre los 52.000 empleados de Air France fue elevada, del 80,33%, apuntó Janaillac, quien dimite después de casi dos años en la presidencia ejecutiva del grupo, situado entre los diez mayores del mundo en millones de pasajeros transportados.
El sorprendente anuncio coincide con la divulgación de unos preocupantes resultados del primer trimestre de 2018, en los que Air France-KLM aumentó sus pérdidas hasta los 269 millones de euros, lastrado en particular por las huelgas en la aerolínea. "Espero que, a partir de ahora, Air France sepa encontrar los medios para recuperarse", señaló Janaillac.
Desde el 22 de febrero, cuando estalló el conflicto entre dirección y trabajadores, Air France ha acumulado 13 jornadas de paros que han impactado en 75 millones en las cuentas trimestrales del grupo, en las que se incluye también a la holandesa KLM.
En un comunicado, el Gobierno francés, que gestiona el 14,30% de las acciones del grupo pertenecientes al Estado galo, saludó "el coraje" de Janaillac, así como "el trabajo de recuperación" que llevó a cabo en los dos años que estuvo al frente de la compañía.
El Ejecutivo dejó en manos del Consejo de Administración la manera en la que "salir de la crisis actual", y demandó "sentido de la responsabilidad de cada uno" para que la compañía prosiga con su desarrollo en un mercado "muy competitivo". El Estado francés es el mayor accionista individual del grupo, por delante de Delta Airlines y China Eastern Airlines, ambas con el 8,80% dentro de un accionariado muy disperso.
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