El Gobierno de Bolivia interviene una empresa de agua que sucedió a Suez

  • El Gobierno de Bolivia intervino hoy por "ineficiencia" la empresa EPSAS, que está a cargo del suministro de agua potable en las ciudades de La Paz y El Alto desde que en 2007 le fue rescindido el contrato a la filial de la firma francesa Suez, que era la concesionaria del servicio desde 1997.

La Paz, 1 abr.- El Gobierno de Bolivia intervino hoy por "ineficiencia" la empresa EPSAS, que está a cargo del suministro de agua potable en las ciudades de La Paz y El Alto desde que en 2007 le fue rescindido el contrato a la filial de la firma francesa Suez, que era la concesionaria del servicio desde 1997.

Los responsables de la empresa "han incumplido las leyes vigentes" y la Constitución boliviana en lo que se refiere a "los modelos de gestión pública", dijo hoy el director de la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento Básico, Germán Aramayo.

La Empresa Pública Social de Aguas y Saneamiento (EPSAS) estará intervenida durante seis meses con el propósito de "mejorar las condiciones técnicas de la prestación del servicio, las condiciones administrativas y legales de la empresa", manifestó por su parte el interventor designado por el Ejecutivo, Andrés Zegada.

Este gestor comprometió "la seguridad laboral de todo el personal de la empresa" y consideró fundamental que EPSAS "se encauce en la prestación del servicio hacia la población" y "retome sus antiguos cauces y brinde la prestación del servicio de forma eficiente y transparente".

En un comunicado, el Ministerio de Comunicación señaló que la intervención tiene el fin de "garantizar la normal provisión del servicio de agua potable y alcantarillado sanitario" en el área metropolitana andina.

EPSAS asumió la gestión de los servicios de agua potable y saneamiento para La Paz y El Alto cuando en enero de 2007 el presidente boliviano, Evo Morales, decidió romper el contrato con la compañía Aguas del Illimani, filial de la francesa Suez Lyonnaise des Eaux.

El grupo francés gestionó el servicio de agua en ambas ciudades desde 1997 hasta 2007 con el apoyo del Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

La rescisión del contrato por parte de Morales se produjo después de que las juntas vecinales de la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, se movilizaron en varias ocasiones para pedir la salida de la empresa extranjera del país.

El Gobierno boliviano justificó su decisión en que la filial de la firma francesa incumplió su contrato al no expandir el servicio en las dos ciudades, ni realizar las inversiones comprometidas.

Tras la rescisión del contrato, la francesa Suez aseguró que su inversión en la gestión del agua en Bolivia superó los 66 millones de dólares durante los diez años en que operó este servicio.

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