La Fiscalía de Portugal ha abierto un nuevo proceso de investigación para estudiar las irregularidades que hubo durante la última adquisición de los aviones de la aerolínea TAP, la cual está directamente bajo control estatal, incluso durante la gestión anterior llevada acabo por el accionista anterior David Neeleman.
Esta medida llega tras la denuncia realizada el pasado octubre por el exministro de Infraestructuras luso Pedro Nuno Santos, cuando avanzó que sospechaban que la aerolínea pagó más por los aviones de su flota que sus competidores. Precisó entonces que el precio se habría marcado por "el anterior accionista", el brasileño-estadounidense David Neeleman, dueño de la compañía Azul -una de las más importantes de Brasil- y que fue el accionista mayoritario de TAP de 2016 a 2020.
"La participación presentada por el entonces ministro de Infraestructura y Vivienda y por el ministro de Hacienda dio lugar a una investigación en el Departamento Central de Investigación y Acción Penal", confirmaron este martes a EFE fuentes de la Fiscalía. Asimismo, también añadieron que este proceso se encuentra "en investigación y sujeto a secreto de sumario".
El Estado portugués tiene actualmente en sus manos el 100% de la aerolínea y el 72,5% del grupo TAP, aunque prevé reprivatizarla. TAP sufrió un fuerte impacto por la pandemia y el Gobierno recibió luz verde de la Comisión Europea para conceder ayudas estatales que rondan los 3.200 millones de euros a cambio de un plan de reestructuración.
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