El Consejo de Ministros ha transferido a la entidad pública Adif la competencia para fijar los cánones ferroviarios, algo que se materializa después de la aprobación de un proyecto de ley que modifica la regulación del sector ferroviario para adaptarse al proceso de liberalización y al derecho de la Unión Europea. Hasta el momento, las tasas cobradas a los operadores por el gestor de la infraestructura eran aprobadas con carácter anual en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.
Desde el Gobierno se considera que este procedimiento no responde "eficientemente" a las necesidades actuales del sector. Algunos de los problemas derivados de estos, según puntualizan, son que con él no se dispone de flexibilidad para adaptarse a posibles cambios sobrevenidos que se produzcan a lo largo de un año y que requieran de matizaciones puntuales ágiles de los cánones, o que el sistema puede verse vinculado por situaciones de prórrogas presupuestarias que obligan a la aplicación de los cánones de un ejercicio a los siguientes sin tener en cuenta posibles evoluciones del sector.
Transferir las competencias a Adif ha requerido transformar la naturaleza jurídica de estos cánones, que pasan de englobarse en un concepto más tradicional de tasas a la figura de 'prestaciones patrimoniales de carácter público no tributario', reconociéndole al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias la competencia para fijar sus cuantías de forma reglamentaria, respetando en todo caso la jurisprudencia del Tribunal Constitucional en esta materia.
Al margen de esto, y en base a las directrices recogidas en la 'Directiva Recast', el proyecto de ley aclara el concepto de infraestructura ferroviaria, en lo que se resalta fundamentalmente las vías y todos los elementos necesarios para que un tren pueda hacer su recorrido entre un punto de salida a otro de llegada, y el concepto de instalación de servicio, que se identifican con el resto de elementos, entre los que se encuentran las estaciones de viajeros, las terminales de carga o las vías de apartado y formación de trenes.
Asimismo, delimitar estos conceptos ha exigido matizar la actual definición de la Red Ferroviaria de Interés General, que pasará a estar formada por todas las infraestructuras, las estaciones de viajeros y terminales de transporte de mercancías esenciales para garantizar un sistema común de transporte en todo el Estado o cuya administración conjunta resulte necesaria para el correcto funcionamiento de este sistema común.
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