IBM es uno de los gigantes tecnológicos relevantes. Cuenta con una de las plantillas más voluminosas del sector. Pero en los últimos años ha sufrido algunos ajustes. A principios de este año, la compañía ha desembolsado en torno a 15 millones de euros en un plan de bajas voluntarias que habría afectado a decenas de empleados de todo el grupo. Éste ya redujo los equipos medios durante el pasado ejercicio un 15% hasta situarse en los 6.800. La compañía se enfrenta a un nuevo frente fiscal, después de que Hacienda le abriera el pasado verano una nueva investigación sobre el Impuesto de Sociedades y otros tributos relevantes.
En enero de 2023, la empresa anunció a nivel global una reducción del 1,5% de su plantilla tras la caída de los beneficios del 71% durante el ejercicio 2022. Esto suponía unas 3.900 personas en todo el mundo. En España no se anunció formalmente ningún tipo de procedimiento. Pero ahora la compañía desvela los datos de un programa de recortes. En concreto, se trata de un “programa voluntario y abierto de salidas incentivadas” que arrancó en el mes de marzo, según queda reflejado en la memoria anual recién presentada por la compañía y consultada por La Información.
El coste total es de aproximadamente 15 millones de euros pero no se desvela el número de empleados afectados. No se precisa si se refiere a una filial o negocio concreto sino a todo el grupo. Fuentes oficiales de la multinacional descartan ofrecer la cifra total de afectados ni hacer ningún comentario. Por esos costes y teniendo en cuenta la proporción del ajuste a nivel global habría afectado a decenas de trabajadores de diferentes sociedades -pues sólo International Business Machines SA, la cabecera, sumaba un coste de 7 millones-, por lo que el resto estaría repartido entre las demás.
La plantilla de IBM es una de las más relevantes del ecosistema tecnológico español, pues cuenta con varias ramas de actividad intensivas en capital humano. Según queda reflejado en esa documentación, el equipo medio de todo el grupo se situó algo por encima de la barrera de los 6.800 trabajadores durante el ejercicio 2022, antes de afrontar este plan de bajas voluntario. Esto suponía una reducción del 15% frente a los 7.900 de 2021. Eso sí, la firma aseguraba que no había planes de más cambios significativos durante el ejercicio 2023.
Al margen de estos ajustes, la compañía ha ido reduciendo de manera relevante la provisión para afrontar el pago a empleados, principalmente referidos a los planes de jubilación de la plantilla. En 2014, el Tribunal Supremo declaraba nulo el Plan de Contribución Definida introducido en 1993 y el derecho de los empleados activos a recuperar lo que se conocía como plan de prestación definida. Tras todos los ajustes y la evolución de este grupo afectado, esa ‘reserva’ ascendía a 251 millones de euros frente a los 363 millones en 2021 y 482 millones en 2020.
El otro cambio de estructura tiene que ver con una decisión del grupo a nivel global. Éste ha decidido reorganizar el negocio de la financiera IBM Financing. Para “simplificar su estructura organizativa y permitir eficiencias comerciales dada la escala y complejidad de su cartera de financiación” ha llevado a cabo el cierre de IBM Global Financing España tras la venta de sus activos a la matriz española.
Otra inspección fiscal
En el plano fiscal la empresa se va a tener que enfrentarse a un nuevo proceso con los inspectores de Hacienda. En concreto, en el mes de julio de este año, tanto la matriz como la filial de servicios globales y Viewnext han recibido la comunicación del inicio de una investigación para los periodos comprendidos entre 2018 y 2021 del Impuesto de Sociedades y para los tres años entre 2019 y 2021 de IVA, IRP y No Residentes. No se ha planteado aún ningún tipo de provisión ni de decisión, pues aún se encuentra en proceso.
Esto se suma al acta recibida en abril de 2021 por IBM Global Services de 50 millones de euros por Impuesto de Sociedades y que se firmó en disconformidad. Hasta la regularización desvelada recientemente en la división publicitaria de Amazon en España, esta era la cantidad más relevante a la que se había enfrentado un gigante tecnológico en los últimos años. La Agencia Tributaria proponía regularizar la base imponible por “cuestiones relacionadas a determinadas operaciones entre compañías” del grupo. Este proceso está aún pendiente de la resolución del Tribunal Económico Administrativo Central, ante el que la empresa ha presentado una reclamación. El siguiente paso ya sería la vía contencioso-administrativo. También tiene otros procedimientos de menor cuantía pendiente de resolución.
1.000 millones de ingresos
La compañía cerró el ejercicio 2022 en el mercado español con una cifra neta de negocios que superó la barrera de los 1.000 millones de euros, frente a los casi 900 millones del periodo anterior. El beneficio neto también creció hasta los 55 millones. Después de todos los ajustes de ejercicios anteriores, la compensación de bases imponibles y los tributos diferidos, el gigante abonó 17,2 millones de euros de Impuesto sobre Sociedades.
Desde un punto de vista operativo, la compañía abrió el pasado verano su primera Región Cloud Multizona en España, la tercera con la que cuenta en Europa. Representaba la "mayor inversión de IBM en España en su historia y una de las mayores de Europa" -sin precisar el coste económico-. Está constituida por tres centros de datos, ubicados en Alcobendas, Las Rozas y Madrid capital, que comenzaron a operar de forma sincronizada en julio. En este sentido, esta región, que dará servicio a más de 600 clientes en Europa, implica la creación de "cientos de puestos de trabajo".
