Cuando Juan y María se lanzaron hace apenas tres años a la aventura de comprar un piso, no imaginaron que sus sueños se trucarían de esa manera. "Cuando accedimos al proyecto de la Cooperativa Residencial Maravillas, en la calle Raimundo Fernández Villaverde número 50, dábamos saltos de felicidad. Para nosotros suponía poder acceder a un piso que de otra manera no podríamos. Teníamos algo ahorrado, a lo que se sumó la ayuda de familiares y, por supuesto, un crédito bancario. Ya hemos aportado más de la mitad del dinero inicial, unos 200.000 euros", relatan.
Sin embargo, pronto sus sueños se vieron truncados: un error en la "monetización" de la parte del terreno destinada a uso dotacional del solar elevó el dinero que les reclama el Ayuntamiento de 14 a 41 millones, lo que implica que cada familia deberá pagar unos 80.000 euros más por el piso. "Simplemente no podemos asumir ese extra. Ahora tenemos una deuda enorme que no podemos afrontar, pero tampoco completar el pago que nos permitiría acceder al piso para venderlo. Estamos a un paso de la ruina", sentencian.
En noviembre de 2014, la cooperativa compró el solar a Defensa por 111 millones de euros. Un año más tarde, se aprobó el Plan Parcial de Reforma Interior del ámbito y en enero de 2017 dieron luz verde al convenio de gestión, un trámite urbanístico necesario, junto al proyecto de reparcelación y de urbanización para obtener la licencia de obras que permite construir las viviendas. Para ello, en vez de entregar al Ayuntamiento una parte del terreno para equipamientos públicos, los cooperativistas se acogieron a la ley 6/2013 de la Comunidad de Madrid que permite sustituir la entrega de suelo por "el pago de su equivalente en dinero, cuando dentro del ámbito de actuación no se disponga de la superficie necesaria" para el uso dotacional.
El cálculo inicial del Ayuntamiento valoró el metro cuadrado al precio de uso dotacional, con una tasación resultante de 13,9 millones de euros, pero en octubre pasado se hizo una segunda tasación a la que se aplicó un precio de uso residencial y se fijó una tasación de 41 millones de euros. Según explica el Consistorio, hubo "algunos fallos" en el proceso de monetización y que, si se dueron cuenta del error, fue gracias a una alegación del PSOE-M. Sin embargo, defienden su gestión y aseguran que este aumento se ajusta perfectamente a la normativa, "más que el anterior, que, evidentemente, estaba equivocado". "Es nuestra obligación respetar la legalidad y subsanar cualquier error", reiteran.
"La decisión del Ayuntamiento está afectando enormemente a las familias. Estamos intentando ayudar, en la manera de nuestras posibilidades, a todos los hogares que ahora no pueden afrontar este nuevo gasto. A nosotros nos llena de desilusión. Cuando empezamos este camino, lo que queríamos era llegar todos a buen puerto. El hecho de que, por caprichos de ciertas personas, varias familias se tengan que quedar sin casa nos duele en el alma", asegura Juan Andrés García, portavoz de la Cooperativa.
García, además, carga contra el Consistorio, al que acusa de romper los sueños de 330 familias. "El cálculo inicial valoraba el metro cuadrado al precio de uso dotacional, mientras que ahora el Ayuntamiento aplica un precio "de uso residencial", que triplica la cantidad anterior. "Si hay 3 informes, no entendemos por qué se cambia el criterio y, más todavía, por qué del último informe solo se quedan con aquello que encarece el precio. Es una forma de camuflar una decisión política con un tema en técnico", reclama.
Otras polémicas
No es el único obstáculo al que se ha enfrentado esta cooperativa. En 2016, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) paralizó cautelarmente, a instancias de Ecologistas en Acción, el derribo parcial del Taller de Artillería, donde se levantarán los pisos, aprobado por el Ayuntamiento, lo que suponía la paralización de la demolición. Ecologistas en Acción consideraba que el derribo fue aprobado pese a varios informes de asociaciones defensoras del patrimonio, como Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, que acreditaban los valores arquitectónicos e históricos del Taller.
Sin embargo, pocos días después, el TSJM decidió levantar la paralización cautelar del derribo al atender el argumento de que no había acreditación del interés patrimonial histórico del Taller de Artillería, por lo que quedó libre el solar de 14.568,78 metros cuadrados, con una edificabilidad de 54.225 metros cuadrados de uso residencial, que pronto empezarán a edificarse. "Se ha jugado con la ilusión de muchas familias. Queremos ver cuanto antes las grúas allí. Esperamos que esta sea la última traba", concluye Juan Andrés.
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