Lladró no logra remontar el vuelo. La dirección de la firma de figuras de porcelana Lladró ha comunicado este lunes a los miembros del comité de empresa y a las secciones sindicales "la necesidad de abrir un periodo de consultas y negociación para la realización de un procedimiento de despido colectivo". De momento, se trata de abrir negociaciones, porque no desvela el número concreto de trabajadores que se verían afectados.
La aplicación de esta medida afectará a las cuatro empresas que conforman el grupo empresarial, según ha indicado la empresa a través de un comunicado. Lladró dejó de ser una empresa familiar hace casi dos años, cuando pasó a manos del grupo PHI Industrial. Ya en ese traspasado de propiedad, la compañía puso en marcha un severo recorte de empleo, que dejó su plantilla en menos de 300 personas.
Mejorar la competitividad
"En un entorno en que resulta imprescindible mejorar la competitividad de la compañía, se hace necesario reorganizar el trabajo y ser más eficientes a nivel operativo", añade la compañía. Con este objetivo, en un plazo máximo de siete días quedará constituida la comisión negociadora de los trabajadores de la empresa y comenzará el periodo de consultas el próximo lunes, 1 de abril, periodo que se extenderá a lo largo de un mes.
El pasado 21 de febrero Lladró decidió agrupar los días de aplicación del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en ese mes para poder atender el pico de producción que se esperaba que se produjera a partir de marzo con los pedidos de sus novedades, según argumentó entonces la empresa.
El expediente de regulación temporal de empleo de Lladró se aplicaba durante 123 días, su periodo de aplicación era desde el 19 de octubre de 2018 hasta marzo de 2020 y afectaba a 270 empleados de tres empresas del grupo.
La empresa puso en práctica esta medida ante la necesidad de no incrementar los niveles de producto almacenado y acompasar la oferta a la demanda, y aseguró entonces que se continuaría invirtiendo en creatividad, marketin, apertura de nuevos canales y desarrollo de nuevas líneas de producto en su apuesta por la diversificación.
Caída del negocio
Lladró no ha hecho públicas en el Registro sus cuentas de 2018, así que sus últimos datos corresponden a un año antes, cuando se produjo la venta de la empresa. Entonces, los ingresos consolidados de la compañía se recortaban ligeramente, desde 49 a 48 millones de euros.
Entonces, recortó sus pérdidas, al pasar sus números rojos desde 5,7 a 2,7 millones. Sin embargo, la compañía, según esa última memoria arrastraba resultados negativos acumulados por importe de más de 69,4 millones de euros.
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