Al 3,62%

La morosidad repunta a máximos desde noviembre de 2022 tras cinco meses al alza

Esta tasa sube una décima durante el segundo mes del año influida tanto por el aumento de los dudosos como por la reducción del saldo total de créditos al calor de las mayores amortizaciones anticipadas. 

Fachada Banco de España
La morosidad repunta a máximos desde noviembre de 2022 tras cinco meses al alza. 
EUROPA PRESS

La morosidad del sistema financiero español cerró febrero en el 3,62%, una décima más con respecto al mes anterior, y alcanza máximos desde noviembre de 2022, cuando se situó en el 3,68%, aunque en aquel momento el Banco Central Europeo (BCE) no había ejecutado la mayor parte de la subida de los tipos de interés. El aumento de los dudosos como la caída del saldo total de crédito impulsan esta tasa al alza, que acumula cinco meses consecutivos en ascenso, según publica este lunes el Banco de España (BdE). La tendencia registrada durante el segundo mes del año obedece a dos factores. 

Por un lado, el volumen de préstamos morosos se ha incrementado en 144 millones, y ya supera los 42.200 millones. Pese a ello, se encuentra por debajo de los casi 42.600 millones contabilizados hace justo un año. Por otro lado, la cartera crediticia se ha contraído desde los 1,167 billones de enero, hasta los 1,166 billones, influida por las mayores amortizaciones anticipadas. Su gratuidad derivada del nuevo Código de Buenas Prácticas bancarias para hipotecados en apuros ha impulsado a muchas familias a aprovechar los ahorros acumulados durante la pandemia para 'quitarse' la hipoteca.

Si se tiene en cuenta solamente la ratio de mora de las entidades de depósito, que engloba a bancos, cajas de ahorro y entidades de crédito, ésta remonta dos décimas y también alcanza su mayor nivel en catorce meses, hasta el 3,52%. Hace justo doce meses se situaba en el 3,46%, pese a que el saldo de impagados ha caído desde entonces en 574 millones. Por su parte, en lo que respecta a los establecimientos financiero de crédito, que incluye la financiación al consumo, pasa del 6,53% al 6,59%.

Sin embargo, en este caso el comportamiento obedece a la menor financiación, que se contrajo un 1,65%, hasta 42.742 millones, al tiempo que el saldo de morosos descendió en 24 millones, hasta 2.816 millones. Con respecto a un año antes, el volumen de préstamos concedidos pasa del 6,04% en febrero de 2023 al 6,59% en el mismo mes de 2024. Si bien están en niveles relativamente bajos, desde el Banco de España vienen insistiendo desde hace unos meses en la necesidad de aprovechar los beneficios históricos cosechados durante el año pasado para elevar las provisiones para blindarse del posible aumento de la morosidad.

El último recordatorio viene recogido en la Memoria de Supervisión 2023. En una misiva firmada por el gobernador del organismo, Pablo Hernández de Cos, reitera este aviso, al tiempo que advierte de que las "entidades deben estar preparadas para un eventual deterioro de las carteras crediticias" derivado del mayor coste del servicio de deuda. En la misma línea, en el informe de Estabilidad Financiera también instó al sector a que dedique una parte "significativa" de las ganancias a reforzar su capacidad de absorción de pérdidas con el objetivo de estar preparadas en caso de que se materialicen algunos riesgos derivados de la subida de los tipos de interés, que en el momento actual están en el 4,5%, máximos desde 2001.

Hace justo un mes, la nueva presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, Claudia Buch, ya alertó de las primeras señales de deterioro de la calidad de los activos bancarios, especialmente en el inmobiliario comercial. Según aseguró la alemana, el efecto del encarecimiento de la financiación aún no se ha visto reflejado en el balance de las entidades ni en las valoraciones de los activos. "Lleva tiempo hasta que el efecto total se haya extendido a través de los balances de los bancos y de las valoraciones de los activos en la economía y hay nuevos riesgos que deben gestionarse y es muy posible que los modelos que han funcionado bien en el pasado no estén captando bien estos nuevos", subrayó. 

La advertencia va en línea con la lanzada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que ya ha detectado "evidentes" signos tempranos de un empeoramiento del crédito, motivado también por los mayores préstamos en vigilancia especial al término de 2023, aunque defiende que la calidad de los activos sigue elevada. En este sentido, los últimos datos del BdE arrojan un incremento del 'stage 2', aquellos que siguen al corriente de pago pero con riesgo de entrar en mora, pasaron de representar el 6,53% del total al 6,82% al término de cuarto trimestre de 2023.

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