La oleada de demandas contra Glovo lleva UGT a frenar su ofensiva en la Audiencia

  • Pospone la presentación del requerimiento en el tribunal para 'rearmarse' legalmente tras las sentencias contradictorias surgidas en el último año.
Glovo infla las ruedas e inicia con los fondos una nueva megarronda
Glovo infla las ruedas e inicia con los fondos una nueva megarronda

Quieren rearmarse jurídicamente tras los últimos pronunciamientos jurídicos y los cambios en el funcionamiento de las plataformas. El sindicato UGT ha decidido frenar su ofensiva en la Audiencia Nacional. Por ello, pospone la presentación de la demanda en el tribunal para hacerlo dentro de varios meses. Puede hacerlo antes de mayo, mes en el que se celebrará uno de los juicios contra Deliveroo tras la denuncia por la Inspección de Trabajo en Madrid. "Vamos a esperar un poco; no queremos precipitarnos", apuntan desde la organización.

Fue antes del verano cuando UGT arrancó la maquinaria de esta batalla. Inició el proceso de un conflicto colectivo, que debe afectar a intereses generales de un grupo de trabajadores y que versen sobre la aplicación de una norma estatal o convenio colectivo. Intentó llegar a un acuerdo en un acto de conciliación sin éxito. ¿La consecuencia? Tenía un año para presentar formalmente su demanda contra la compañía. El objetivo que se marcaba: conseguir que un tribunal como la Audiencia Nacional pusiera un cierto orden y sentara jurisprudencia en el ‘caos’ de sentencias sobre la relación laboral de los ‘riders’ y compañías como la propia Glovo, Deliveroo o UberEats.

Pero ahora UGT echa el freno. Busca elaborar bien su denuncia para evitar dar un paso en falso en su defensa. "Estamos ultimando cómo lo afrontamos; con la última sentencia de un juzgado en Madrid nos ha hecho cambiar los planteamientos", apunta a La Información Rubén Ranz, delegado del sindicato en Madrid y coordinador de la asesoría online para la economía digital ‘Tu Respuesta Sindical’.

La sentencia de septiembre cambia cosas

La sentencia a la que se refiere es la que dictó el pasado mes de septiembre uno de los juzgados de lo social de Madrid en relación a la demanda de uno de los ‘riders’ más veteranos de la compañía fundada por Óscar Pierre. En ella, se le absuelve de las acusaciones de despido tácito y expreso y de tener una relación laboral. Y pese a entender que es "bastante contradictoria y está muy mal argumentada", cambia el escenario.

Esta sentencia se suma a otras batallas que deberán dilucidarse en los próximos meses y que también sentarán otros precedentes, aunque sean en juzgados de primera instancia. Por ejemplo, el juicio contra Deliveroo por la denuncia de la Inspección de Trabajo (que afecta a más de medio millar de ‘riders’) en Madrid, que ha sido pospuesto hasta el próximo mes de mayo. O el que tendrá lugar el próximo mes de febrero, consecuencia de un movimiento similar al de Madrid, pero en Valencia.

"No queremos que nos pase como Deliveroo", lamenta Ranz. ¿A qué se refiere? A que los tiempos judiciales acaben yendo más lentos que la evolución de la compañía. En este sentido, insiste en que en el caso de la compañía con sede en Reino Unido ha dejado de utilizar la herramienta Staffomatic, por lo que es difícil tener acceso libre al reparto de las franjas de trabajo entre los repartidores; han introducido una modificación para borrar los chats privados en la ‘app’. "Van cambiando la aplicación en función de las demandas y la Inspección de Trabajo; las pruebas materiales van a ser más difíciles de aportar", apunta.

Desde UGT no quieren dar un plazo para la presentación formal de la demanda, pero aseguran que será siempre antes del mes de junio, cuando cumple el plazo de un año desde el acto de conciliación.

Los convenios colectivos, el próximo paso

Tanto UGT como otros sindicatos y bufetes de abogados persiguen demostrar judicialmente que entre estas plataformas y sus repartidores existe una relación laboral. "Las órdenes, las directrices y los precios de pedidos lo siguen determinando", explica Ranz. Pero este es sólo el primer paso para su regulación. Y ésta pasa por los convenios colectivos. El del sector de hostelería es uno de los primeros pasos. Tal y como explicaba La Información, sindicatos y patronal han pactado la prórroga hasta 2020 del Acuerdo Laboral de Ámbito Estatal del Sector de Hostelería, que sirve para actualizar los contenidos que se incluyeron en el convenio.

Aquí se ha incluido la nueva figura de ‘repartidor de comidas y bebidas’. Desde las organizaciones sociales buscan encuadrar a estos empleados en su propio sector -en el caso de Glovo, se podría enmarcar en el de la mensajería, pues no sólo envían comida- con figuras laborales específicas dentro de cada uno de los convenios.

Un equipo de lobby en Glovo

En esta batalla por la regulación de los ‘riders’, Glovo ha decidido rearmarse por el lado de su relación con la administración. ¿Cómo? Creando su propio departamento de ‘lobby’, al frente del cual se encuentra el cofundador de la empresa, Sacha Michaud.

Al margen de su tarea de presión con agentes públicos, sociales y económicos en esta tarea de regulación, el CEO de la empresa, Óscar Pierre, reconoció en un encuentro con medios el pasado mes de noviembre que sería viable la empresa con un modelo de personal fijo a tiempo parcial con contrato laboral. "Nos adaptaríamos; sería una buena faena, pero encontraríamos la manera, aunque no es el modelo en que creemos", concluyó.

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