La vida de Pitita Ridruejo, fallecida ayer a los 88 años, estuvo llena de privilegios. Muchos de ellos derivados de haber estado casada durante décadas con el diplomático Mike Stialianopoulous, quien falleció en 2016. Sin ir más lejos, los padrinos de su boda fueron los condes de Barcelona. Incluso vivió en el Nueva York de Andy Warhol, como Naty Abascal.
Y hay más. Consiguió que Imelda Marcos la sacara de Filipinas (su marido era embajador en Manila) en un avión del Ejército cuando se puso de parto dirección Singapur. Fue amiga de Diana de Gales, salió en un cameo en una película de Federico Fellini y tenía una relación íntima y personal con la Virgen, tanto que consiguió que la Iglesia reconociera sus apariciones marianas.
La aristócrata de la que Paco Umbral decía que siempre le pasaban cosas muy españolas, "como que la estafe un falso noble o le devuelva unas joyas perdidas el honrado pueblo", ha fallecido también rodeada de situaciones excepcionales. Como es que sus tres hijos (Ana, Carlos y Claudia), familiares y amigos puedan velarla en su palacio de la calle Fomento 11, en el Madrid más castizo, en lugar de un tanatorio como el resto de los mortales.
Siempre se asociará a esta gran dama a su palacete madrileño, situado en una callecita pequeña que empieza en la cuesta de Santo Domingo y acaba a las espaldas del Senado; en el número 15 se encontraba el diario El Debate, en el que colaboraba Benito Pérez Galdós. Pitita adoraba este palacio de 2.658 metros cuadrados, situado muy cerca del mítico Café Chinitas. La casa de Fomento, 11, de gran nobleza y valor histórico-artístico, datada en el XVIII y bautizada en el XIX como 'El Dragón', está incluida en la clasificación de elemento singular 1, en el Catálogo de Edificios y Conjuntos de Madrid.
De San Lorenzo a Soria
Sin embargo, esta propiedad que Pitita compró con su esposo y donde se recluyó tras la muerte de este no está a su nombre ni al de ninguna sociedad de la que ella fuera titular. Tampoco está a su nombre la casa de San Lorenzo de El Escorial frente a la Casita del Infante.
Ni tiene ninguna herencia inmobiliaria en Soria, donde nació en 1930 en el seno de una familia acomodada. Su padre, banquero de profesión, era primo del poeta franquista Dionisio Ridruejo. Nada vigente en todo el territorio nacional. Los restos mortales de Pitita descansarán en el panteón que esta familia tiene en la capital castellanoleonesa.
Sin duda, su legado debió haberse repartido en vida, dado su delicado estado de salud. Pitita y Stilianopoulos tuvieron tres hijos: Ana que nació en 1964; Carlos, en 1966, y Claudia en 1973. Su único varón, relacionado con el caso de las preferentes de Caja Madrid, contrajo matrimonio con Gracia Abascal, relación que le dio tres nietos: Carlos, Álvaro y Gracita. Su hija Claudia se casó con Juan Garaizábal, nieto del fundador de Viajes Marsans, del cual años más tarde se separaría.
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