Cohetes espaciales 'made in Alicante': PLD Space arranca una ronda millonaria

  • La startup inicia la negociación para inyectar capital público y privado. Espera poner en marcha su primer cohete, Miura 1, a final de este año.
Equipo de PLD Space
Equipo de PLD Space
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La cuenta atrás para desafiar a la industria aeroespacial desde Elche ha empezado y ahora quieren reforzar su capital. La startup tecnológica alicantina PLD Space arranca la negociación de una nueva ronda millonaria que incorporará a más socios internacionales públicos y privados. El fin último es tener listo el Miura 1, su primer gran cohete, a finales de año para su lanzamiento al espacio.

Los primeros pasos para la operación ya se han dado, casi dos años después de cerrar una ampliación de capital de 17 millones de euros que se llevó a cabo en varios tramos. La cantidad no está cerrada, pero según diversas fuentes podría rondar los 30 millones de euros. Su plan es que la gran mayoría sea privado pero que, al menos, el 25% sea a través de fondos públicos, según confirma el consejero delegado y cofundador, Raúl Torres, en una entrevista con La Información.

¿Hay apetito inversor para una compañía tan especial? Torres explica que los socios actuales, entre los que se encuentran fondos como JME Venture Capital (vinculado al CEO de Acciona, José Manuel Entrecanales) o el fabricante aeronáutico Aciturri, tienen intención de seguir subiendo la apuesta. A estos hay que sumar otros que se quedaron fuera de la anterior operación, que se cerró a principios de 2017, nuevos inversores y organismos públicos. "Invertir en algo como nuestro es distinto y aunque tiene un plus de riesgo te permite tener un portfolio diversificado", explica.

En el ámbito público, analizarán fondos regionales, nacionales e internacionales. Tanto en la Comunidad Valenciana y Aragón, como en el CDTI y Enisa, la Agencia Espacial Europea, la Comisión Europea o el Banco de Inversiones. Y apunta: "Y vamos a explorar también la coinversión de entidades públicas europeas con fondos".

Miura 1, su gran objetivo hoy

Esta ampliación llegaría ocho años después de que un grupo de jóvenes aficionados a la industria aeroespacial decidieran poner las bases de lo que hoy es PLD Space. "Conocíamos el mercado; analizamos el negocio y vimos que era algo factible y le echamos narices", resume el joven. Su primer gran proyecto es el Miura 1, un cohete suborbital. Es decir, se trata de una estructura que va al espacio para luego volver. ¿Su utilidad? Por un lado es un "demostrador de tecnología". Por otro permite a empresas y otros clientes contar con un vehículo para probar tecnologías o experimentos allí. Una suerte de laboratorio en el espacio. "Eso sólo se podría hacer en la Estación Espacial Internacional, pero es muy costoso", apostilla.

Llevan años desarrollando estos trabajos. Y ya tienen decidido su destino. Había dos opciones: venderlo o explotarlo como servicio. La primera quedó descartada. ¿Cuál podría ser el negocio vinculado a este aparato de alta tecnología? Farmacéuticas que quieren desarrollar ensayos clínicos en la ingravidez o compañías que investigan, por ejemplo, el cultivo de víveres en el espacio.

El lanzamiento de Miura 1 será a finales de año. En paralelo, la compañía ya trabaja en el Miura 5, su gran salto. Es orbital y permite lanzar un satélite. Estará listo, según sus planes de negocio, en 2021 y conseguirá colocarlos en órbita tanto para el procesamiento de imágenes como para telecomunicaciones.

Al margen de las decenas de miles de euros que ingresa de sus contratos públicos de investigación, la compañía está a la espera de desarrollar el negocio en torno a estos dos cohetes. Según sus propios cálculos, con el Miura 1 a pleno rendimiento estarían en disposición de generar un volumen de negocio anual de 10 millones de euros. ¿Y con el Miura 5? Se dispararía hasta los 100 millones.

En 2017, último ejercicio disponible en el Registro Mercantil, la compañía generó apenas 47.000 euros de ingresos, con unas pérdidas de 319.000 euros. Este volumen de negocio de la compañía, que cuenta con medio centenar de empleados, corresponde al proyecto concedido por la Agencia Espacial Europea por un importe de 750.000 euros a cobrar en diferentes periodos.

Con todo, PLD Space debe batallar con un sector muy avanzado en el que Estados Unidos se encuentra a una distancia muy grande del resto de mercados. En Europa hay un par de compañías, aunque en un momento anterior a la española, según Torres. En Estados Unidos hay cuatro con un potencial muy alto. "Allí hay mucha más tolerancia al riesgo en este tipo de proyectos", admite Torres.

¿Venta de la empresa?

Esta batalla la va a librar con un accionariado muy repartido, a tenor de las cifras que se reflejan en el Registro Mercantil. Orbital Investment Vehicle 1, a nombre de Luis Sánchez Pastor; el grupo GMV y otras sociedades son los que tienen más del 10% de las acciones. La dilución de los fundadores ha sido importante. Para ello, la compañía cuenta con un plan de 'acciones fantasma' aprobado en 2016 con el objetivo de compensarla "y proporcionar un instrumento que permitiese maximizar la motivación y fidelización de los fundadores asegurando que sus derechos e intereses económicos en PLD tengan un peso relevante y continúen liderando el proyecto". Torres explica que siguen manteniendo el control del consejo.

Con todo, en este tiempo ha habido algunos sondeos de compra por otras compañías. Pero no ha fructificado en nada. "Aún hay mucho que hacer y muchos objetivos que cumplir", explica el CEO. Su primera de fuego: el lanzamiento de Miura 1. La cuenta atrás ya ha empezado. También para la nueva ronda que negocian.

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