El juzgado mercantil número 10 de Madrid, a instancias del Banco Santander, acaba de sacar a subasta la planta número 14 de uno de los edificios más representativos de Chamberí, entre las Instalaciones Deportivas Canal de Isabel II y el antiguo estadio de Vallehermoso. Se trata de un ático de 400 metros situado en la calle Santander, cuyo propietario es Star Petroleum, la petrolera ligada a los vips españoles y cuyo cometido era iniciar una línea de negocio (jamás ejecutado) en Sudán del Sur. Detrás de Star Petroleum -marca de Multipromotur- figura el empresario Javier Merino Cuesta como accionista mayoritario.
El inmueble está valorado en 2,5 millones de euros, según la tasación oficial, y la entidad entidad de Ana Botín reclama a la firma a 1,2 millones. La subasta admite pujas en los próximos 17 días, se exige un depósito de 126.592,87 euros y los tramos para pujar son de 50.000 euros. El piso de 400 metros metros cuadrados cuenta con unas vistas 'prime' del barrio Chamberí. Y eso sí, quien quiera este pisazo que encierra parte de la historia económica más sorprendente de la 'beautiful people' de la jet de la España de los noventa tiene que asumir sus deudas.
La nota simple de la propiedad también refiere una hipoteca a favor del Banco Espirito Santo con vencimiento en 2017 por valor de 401.000 euros. Igualmente, aparece en mencionado documento público la carga hipotecaria con el Banco Español de Crédito (Banesto) con el que se firmó en 2009 una hipoteca de 1,5 millones. La entidad estuvo controlada en un 89,74% por el Banco Santander hasta la fusión por absorción realizada por la misma entidad el 3 de mayo de 2013 y es el banco cántabro el que ahora reclama 1,2 a la extinta petrolera madrileña.
En un principio, Star Petroleum preveía obtener por la explotación en el país africano unos 5.500 millones de dólares (más de 4.700 millones de euros) por las reservas de hidrocarburos. El problema surgió cuando el nuevo Gobierno de Sudán del Sur le negó a la sociedad petrolera los derechos de explotación de varios bloques de la cuenca del Muglad. La compañía se declaró en concurso voluntario de acreedores en este mismo juzgado el 8 de abril de 2013.
De Sudán a un pueblo de Santander
No son las únicas propiedades de esta sociedad en subasta, aunque sí la más emblemática puesto que en el ático de la calle Santander estaba el cuartel general de la compañía. El pasado mayo, el Juzgado de lo Mercantil número 10 de Madrid también ordenó la ejecución hipotecaria de otras dos propiedades de esta empresa junto con otras dos con las que está accionarialmente entrelazada: Multipletróleos SL y Multipromotor SL, todas ellas actualmente en concurso de acreedores. Se trataba de unos terrenos en el pequeño pueblo de Bezana (Santander), cuyo precio de salida era de 229.825 euros, y de un local comercial en San Sebastián de los Reyes que salió por 641.925 euros. La subasta acabó el verano y la puja de ambos lotes quedó desierta.
El negocio más conocido de Merino es su mítica sala Fortuny de Madrid, del que ahora figura como socio. Merino, por 'culpa' de su aventura petrolera, es un habitual de las listas de morosos del fisco. En el último listado de Hacienda, que salió a la luz en verano de 2018, había mejorado su situación porque había salido de la lista de empresas morosas Star Petroleum Red y la deuda en general se había reducido respecto al año anterior. El que fue marido de Mar Flores seguía en la lista con alguna de sus sociedades, como Multipetróleos, con una deuda con la Agencia Tributaria Española de 1,19 millones de euros; Star Petroleum (1,2 millones) y Multipromotur, con una deuda de 1,06 millones de euros.
La petrolera fue en su día objeto de polémica después de conocerse la vinculación con ella del expresidente de Prisa Juan Luis Cebrián. En una entrevista con La Sexta, el ejecutivo explicó que su participación accionarial estaba "declarada a Hacienda" y que el valor de los títulos era "cero porque la empresa está quebrada". "Fue una donación de un viejo amigo", explicó en referencia al propietario de la firma, el empresario hispano-iraní Massoud Farshad Zandi. La firma se declaraba en quiebra a mediados de 2017, poniendo fin a la aventura.
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