La petrolera Royal Dutch Shell ha nombrado a Andrew Mackenzie como nuevo presidente de la compañía una vez que concluya la junta general de accionistas prevista para el próximo 18 de mayo. El consejo de administración ha anunciado este jueves el reemplazo de Chad Holliday, quien renunciará el mismo día después de haber sido presidente durante seis años, desde mayo de 2015.
Mackenzie, de nacionalidad británica, se unió al directorio de Shell en octubre después de una carrera en el sector de energía, petroquímicos y recursos, y más tarde como director ejecutivo de BHP Group Plc de 2013 a 2019. "Es un privilegio ser nombrado presidente de esta gran compañía, particularmente en un momento tan crucial para el sector y la sociedad", declaró Mackenzie.
El futuro presidente también expresó su deseo de colaborar con el consejero delegado de Shell, Ben van Beurden, y el resto del consejo. De su lado, Ben van Beurden, destacó que Royal Dutch Shell emerge de la crisis de la Covid-19 con una estrategia clara y distintiva que permitirá a la compañía aprovechar las oportunidades que aparezcan como consecuencia de la transición energética.
La compañía se encuentra en un proceso de aceleración de la transformación de la firma en una empresa de cero emisiones que siga generando un valor sustancial para accionistas, clientes y comunidades. "Andrew aporta a Shell su experiencia de liderazgo, su perspectiva global y un profundo conocimiento del negocio de la energía y la acción climática", dijo la compañía en el comunicado.
Este jueves la compañía también ha publicado resultados de 2020, cuando las ganancias de Shell cayeron a un mínimo de dos décadas el año pasado. El impacto de la Covid-19 en sus cuentas, también ha quedado reflejado en los ingresos del consejero delegado. La remuneración total de Van Beurden para 2020 fue de 5,8 millones de euros, en comparación con los 10 millones de euros del año anterior, reveló la compañía en su informe anual.
