Meses de negociaciones y varias movilizaciones después, patronal y sindicatos del sector de la consultoría tecnológica no se ponen de acuerdo. Las conversaciones, hasta ahora estancadas, se retomarán a mediados de noviembre, tras una nueva ‘prórroga’ reclamada por los empresarios. Desde las organizaciones sindicales exigen mejoras salariales mucho más relevantes que las que se plantean para alcanzar al menos un suelo de unos 17.000 euros brutos anuales. Hoy, según sus propios cálculos, hasta diez categorías se encuentran sobre el papel por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) si finalmente este se ajusta al alza de cara a 2023.
El convenio que rige en este tipo de compañías lleva expirado desde diciembre de 2019. A lo largo de este año se han mantenido encuentros en los que las posturas siguen especialmente enconadas. El último movimiento tuvo lugar a finales del mes de septiembre. AEC, la patronal del sector que está presidida por la exministra Elena Salgado, retiró el polémico planteamiento de las jornadas de doce horas y otras condiciones que levantaron a los sindicatos. Este mes de octubre se habían vuelto a citar a la mesa. Finalmente, las compañías piden más tiempo para presentar una nueva propuesta.
Desde los sindicatos buscan apretar mucho más las clavijas en el terreno de los salarios, que apenas se ha movido en los últimos años. Desde CCOO explican que ese retraso en la renovación del convenio han dejado a una decena de categorías por debajo del futuro Salario Mínimo Interprofesional que quede tres la subida prevista en 2023. El coordinador del sector de consultoría y TIC de la organización, Raúl de la Torre, insiste en que hoy existen grados superiores cobrando 14.400 euros brutos al año.
La propuesta que preparan desde el lado de los trabajadores es incrementar hasta colocar el suelo para titulados superiores en el entorno de los 17.000 o 18.000 euros anuales. Son conscientes de que desde la patronal no están dispuestos a ese tipo de ajustes habida cuenta del primer planteamiento que pusieron sobre la mesa en el pasado mes de septiembre. En concreto, era de un 1,7% para el ejercicio 2023 y del 1,4% para 2024, incluso en pleno escenario con una inflación que el Banco de España estima en más del 8% para este 2022.
Esto queda muy lejos de las expectativas de los sindicatos, que calificaron de “tímidas” subidas. Las organizaciones avisan de que habrá más movilizaciones si no hay una propuesta empresarial que se acerque a esas pretensiones. El pasado mes de junio se produjeron los primeros paros de la historia del sector, que llevaron a la retirada no sólo de la jornada máxima de 12 horas diarias, sino también la inclusión de los sábados como parte de la semana laboral ordinaria.
Los sindicatos avisan de movilizaciones si no hay una propuesta empresarial en noviembre que se acerque mucho más a sus pretensiones
El sector de la consultoría tecnológica en España es especialmente relevante por sus cifras. El año pasado incrementó casi un 10% sus ingresos hasta rozar la barrera de los 16.000 millones de euros (de los que una cuarta parte proceden de otros mercados internacionales), según el balance que hace pública la propia patronal. Está conformado por grandes nombres como las ‘big four’ (EY, Deloitte, PWC y KPMG) y por otras especializadas como NTT Data, Indra Minsait, Capgemini, IBM, Accenture, Inetum o DXC Technology. Estas compañías cuentan con más de 227.000 empleados en el país, con un crecimiento de casi el 12% en el año 2021, calificado por la presidenta de la patronal, Elena Salgado, como “de recuperación” tras la pandemia del coronavirus.
Previsiones para 2022
Para el ejercicio 2022 se esperaba un crecimiento de más del 6%, con la crisis por la guerra de Ucrania y la inflación como factores que generan incertidumbre pero con los fondos europeos de recuperación como palanca de mejora. La propia Salgado insistía en que en esos fondos el asesoramiento de las consultoras “está siendo y será fundamental”. Para muestra el ejemplo de Indra incrementó en el primer semestre un 17% la facturación de Minsait hasta los 1.212 millones con un 16% más de resultado bruto de explotación (Ebit).
La alta rotación del personal -en parte por esas condiciones de trabajo y por la fuerte guerra por el talento tecnológico- y los márgenes estrechos por las múltiples externalizaciones y subcontratas y por la espiral de precios a la baja en los servicios son dos de sus grandes losas. En el sector se produce lo que algunos expertos del sector del reclutamiento en este terreno llaman ‘sandwich de la muerte’, el que forman el gran empleador que contrata y la consultora que subcontrata. Muchas de estas consultoras miden los contratos con sus clientes por horas trabajadas. Y no es fácil superar los 35 euros por hora.
Según datos de la asociación DigitalES, que engloba a grandes empresas tecnológicas y a las principales operadoras de telecomunicaciones, en España hay cerca de 100.000 puestos de trabajo tecnológicos sin cubrir. Indra reconoció a finales del año pasado, en boca de su ya exCEO, Cristina Ruiz, que estaban tratando de “cubrir la demanda con becarios y profesionales juniors; creemos que así podemos afrontar el crecimiento de ventas”. “Estamos teniendo algunos problemas con la rotación, que es algo estructural para todo el sector”, admitía.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios