El yate más lujoso del mundo se diseña desde Getxo... y ni Trump puede pagarles

  • Hizo los planos y bocetos del Trump Princess, el yate “más grande y más hermoso”, que en 1993 encargó Trump, y no pudo pagar.
Scenic Eclipse
Scenic Eclipse

Oliver Design no pudo ver navegar finalmente un superyate para Donald Trump, pese a que los planos del mismo ya estaban hechos, pero sí ha diseñado el Scenic Eclipse, el yate de lujo más sofisticado del mundo que combina la suntuosidad de una travesía de primera clase con la posibilidad de explorar espacios prácticamente vírgenes y entornos naturales extremos, como las costas ártica y antártica y hasta los propios fondos marinos. En agosto será botado. El Scenic Eclipse, cuya construcción ultiman en los astilleros Uljanik en Pula (Croacia), es un barco pionero en su género, definido por la compañía armadora como “el primer yate de exploración del mundo”. Una nave que haría las delicias de Julio Verne por su capacidad de aproximarse a destinos al alcance de muy pocas personas. Ha entregado 10 proyectos por todo el mundo y su facturación, con una plantilla fija que apenas llega a las 30 personas, se ha disparado hasta los 12,5 millones de euros. La empresa logró superar la crisis que sufrió el mundo entre 2008 y 2013  y la quiebra del astillero Barreras de Vigo, que dejó a esta empresa familiar vizcaína de diseño y arquitectura naval un agujero de casi 5 millones de euros.

Un crucero de superlujo en formato de megayate, de 165 metros de eslora por 22 de manga, que incorpora las últimas novedades en diseño y tecnología naval. Está destinado a una clientela exclusiva (228 plazas distribuidas en 114 suites de lujo), y está adaptado para soportar las más exigentes condiciones de tormentas, temperaturas extremas, presencia de hielo... Dispone, por ejemplo, de un casco reforzado al estilo de los rompehielos, de estabilizadores para grandes olas, o de sistemas críticos

duplicados para garantizar el máximo nivel de seguridad del pasaje. El paquebote estará equipado con dos helicópteros, un submarino de siete plazas, lanchas neumáticas, equipos de buceo, kayaks… Todo ello con el objetivo de proporcionar una experiencia única de exploración en diferentes entornos marinos y costeros. Al mismo tiempo, el Scenic Eclipse estará adaptado para minimizar su impacto en entornos protegidos, a través de un sistema que le permitirá fijar su posición

sin necesidad de ancla, o sistemas de producción de energía que reducirán al máximo sus emisiones. Todo ello eleva el coste estimado para su construcción hasta los 250 millones de dólares (unos 223 millones de euros).

La carta de Trump

Pero volvamos a la historia del hoy presidente. Los planos y bocetos del Trump Princess, el yate “más grande y más hermoso del mundo”, que en 1993 encargó a Oliver Design el hoy presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quedaron varados en las dependencias de esta empresa vizcaína de diseño de barcos y arquitectura naval, por la bancarrota que sufrió a principios de los 90 el magnate. La empresa recibió 170.000 dólares por el trabajo de diseñar un suntuoso buque de lujo de 128 metros de eslora (“not only the largest yatch in the world, but at the same time, the most beautiful” [“no solo el yate más grande del mundo sino, al mismo tiempo, el más hermoso”]), como dejó escrito en una de sus cartas a Jaime Oliver el mismísimo Trump, que finalmente declinó construir en un momento de bancarrota declarada en sus negocios de hoteles y casinos. Y es que se estimaba que, a comienzos de 1994, la deuda corporativa de sus empresas alcanzaba los 3.500 millones de dólares, y su deuda personal sumaba alrededor de 900 millones.

Planos del Trump Princess

Como asegura Íñigo Oliver, hijo del fundador de la empresa radicada en Getxo (Bizkaia), Jaime Oliver, y actual director general de la firma, su lema es ‘del diseño a la realidad’ porque somos una de las pocas empresas que somos capaces de llevar a cabo desde el diseño del barco hasta la ejecución de la obra. Sea el proyecto que sea le tratamos de dar un toque de creatividad e innovación y luego customizar el diseño”, asegura. A los largo de 25 años han creado más de 400 barcos de la más variada tipología: desde buques escuela a yates de recreo y de turismo, pasando por barcos de transporte, pesqueros, dragas, ferris, cruceros...

Un detalle del Scenic Eclipse
Un detalle del Scenic Eclipse.

Oliver Design cuenta con 30 empleados fijos y otros 200 subcontratados en momentos de máxima actividad. No nos queremos convertir en una superingeniería naval y Oliver Design se puede mover perfectamente con una facturación anual en el entorno de los 9-10 millones de euros”, explica Íñigo Oliver. La empresa ha diseñado en los últimos tiempos cuatro ferris de alta velocidad en fibra de carbono para que la naviera Balearia cubra el trayecto entre Ibiza y Formentera, de los que ya ha entregado uno y trabaja en la creación de un barco salmonero, de pesca y transformación, para una empresa noruega. Igualmente, ha rediseñado, sin que el buque deje de prestar servicio, el Pintor Sorolla de Trasmediterránea.

La empresa vasca ha participado también en el diseño de los dos últimos grandes veleros construidos en el mundo, dos buques escuela: el Bima Suci para la marina de Indonesia y el BAP Unión para la Armada peruana, que entró en servicio el año pasado. Además, Oliver Design diseña en la actualidad un proyecto para la última moda de los grandes magnates: un barco de apoyo para sus megayates en el que llevar sus ‘juguetes’: Helicópteros, lanchas fuera borda, motos de agua y mantiene contactos con la multinacional The Walt Disney Company para incorporar a la firma de diseño naval como consulting especializado en los nuevos barcos de la filial de cruceros Disney Cruise Line.

Bilbao Ría Park

Pero quizás el proyecto más ilusionante en el que está inmersa Oliver Design, creada en 1990 y que hasta la fecha ha participado en la creación de más de 400 buques, es el del Bilbao Ría Park, su ciudad y una idea que surgió de la mente del fundador de la compañía, Jaime Oliver. El Bilbao Ría Park sería un gran parque temático flotante que podría albergar multitud de actividades relacionadas con el ocio y estaría ubicado cerca del nuevo estadio de San Mamés, en una antigua zona de uso industrial actualmente en proceso de remodelación.

El Bilbao Ría Park sería un buque de unos 120 metros de eslora, atracado de forma permanente en el dique 3 del histórico astillero Euskalduna. Aunque integrado en las instalaciones exteriores del Museo Marítimo Ría de Bilbao, esta dársena no tiene actualmente uso específico, frente a los diques secos 1 y 2, que albergan las embarcaciones que forman parte de la colección permanente del Museo.

Bilbao Ria Park
Bilbao Park.

Aunque se trata de una idea aún en fase embrionaria, el proyecto Bilbao Ría Park tiene potencialidad para albergar una gran variedad de actividades relacionadas con el ocio y el turismo. Dadas sus dimensiones, podría albergar un hotel y diversas instalaciones de ocio como restaurantes, discoteca, un parque acuático, un aquarium, spa o actividades multideporte. “Ya tenemos un posible socio inversor, hemos hablado con una cadena hotelera o con cocineros con muchas estrellas Michelín que estarían interesados en el proyecto”, explica Íñigo Oliver, CEO de la compañía. Un proyecto, por otro lado, en el que está muy interesado el consistorio bilbaíno, y que costaría “entre 80 y 100 millones

de euros”. Cuentan en Oliver Design que “hay una empresa rusa que también está interesada en hacer algo en la ría, que sería un parque de olas, de simulación o algo parecido, pero el Ayuntamiento”, que controla el PNV, “parece estar más interesado en nuestra propuesta, aunque es algo que debería de salir a concurso, nos imaginamos”. De cualquier manera, explica Íñigo Oliver, “desde el consistorio nos dijeron que nos convocarían a una reunión a principios de año y estamos esperando… Si no dan señales de vida en los próximos días nos pondremos nosotros en contacto con ellos”. Ya se sabe, las cosas de la política… Van despacio.

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