20-m. Rajoy y rubalcaba coinciden en mejorar la conciliación laboral y familiar


Los candidatos de PP y PSOE a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, respectivamente, unieron este lunes sus posturas durante el debate electoral hasta coincidir en que es necesario revisar los horarios de trabajo para mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar y adecuar los horarios de trabajo a Europa para ser más competitivos.
Nada más empezar el tercer bloque, Rubalcaba se lanzó al cuello de Rajoy por su constante rechazo a las reformas sociales que ha aprobado el Gobierno de Zapatero durante dos legislaturas, como la nueva ley del aborto, el matrimonio homosexual y la píldora postcoital. "No han estado a favor de ninguna de las leyes que han ampliado los derechos sociales", remachó.
El candidato del PSOE dijo que "llama la atención que personas tan liberales en la economía sean tan intervencionistas en la vida privada" y le pidió expresamente que "tranquilice a las parejas de homosexuales que se van a casar y anuncie que va a retirar" el recurso ante el Tribunal Constitucional contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Rajoy evitó caer en la trampa de Rubalcaba. Se limitó a decir que esperará a la sentencia del Tribunal Constitucional antes de tomar decisiones sobre los matrimonios gays y recordó que en 2004 estaba dispuesto a aceptarlos pero siempre que se llamara "unión" en lugar de "matrimonio". No entró en los nuevos derechos sociales concedidos por Zapatero y se centró en las modificaciones que cree necesarias en las administraciones públicas.
Rajoy propuso, en concreto, poner en marcha un plan de ahorro en el sector público, un plan de austeridad en el conjunto de las administraciones, mejorar el reparto de competencias, acabar con las subvenciones nominativas y llevar a cabo una regeneración democrática de los organismos reguladores donde los socialistas "no han tenido ni un poquito de pudor" en los nombramientos.
Rubalcaba replicó con su propuesta para suprimir las diputaciones provincias en España porque "ahorraríamos mucho dinero". Cree que se trata de organismos "preconstitucionales" y las competencias que tienen actualmente se podrían repartir entre las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Pero Rajoy rechazó tajantemente la idea y frenó el intento de Rubalcaba de vincular las diputaciones provinciales con el franquismo porque se crearon, dijo, en 1836.
CONCILIACIÓN Y MUJERES
El debate entró a partir de ese momento en una dinámica diferente, en la que los dos candidatos parecieron aunar posturas hasta ponerse de acuerdo en dos ocasiones. Comenzó primero con la necesidad de mejorar la conciliación laboral y familiar, especialmente para que las mujeres no sigan llevando el peso de las tareas domésticas.
Rubalcaba juzgó conveniente que la próxima legislatura se hable "de los horarios laborales, no para trabajar menos, sino para trabajar mejor y que las familias estén más con sus hijos". Rajoy, que lleva esta misma propuesta en su programa electoral, dijo coincidir por completo y se felicitó de que los dos grandes partidos puedan llegar a un acuerdo sobre este asunto en el futuro.
Rajoy adujo que "en Europa tienen otros horarios y se es igual de productivo e incluso más", por lo que se mostró dispuesto a llegar a un acuerdo en los próximos años por tratarse de un "tema importante".
El líder del PP vinculó el asunto con la igualdad y, a modo de ejemplo, destacó que entre sus principales colaboradores hay varias mujeres "muy competentes que llevan su casa y tienen que atender a sus niños", además de trabajar todos los días.
Rajoy reconoció que a lo largo de los últimos años "se ha producido un avance" en la igualdad entre hombres y mujeres pero lamentó que todavía "ellas concilian más" que los hombres y eso debería cambiar.
Después hablaron de la lucha contra ETA y ahí volvieron a coincidir en la conveniencia de mantener la unidad de esta legislatura para que en los próximos años se haga realidad la desaparición de la lucha antiterrorista.
Sólo al hablar de seguridad volvieron a distanciarse, ya que Rubalcaba utilizó datos oficiales del año 2002 -cuando Rajoy era ministro del Interior- para presumir de haber rebajado la delincuencia de entonces. El candidato del PP negó los datos y bromeó con Rubalcaba que los había sacado para darle un "estacazo". "Pero pequeñito", apostilló el socialista.

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