22-m. El pp se conjura para huir del triunfalismo


Diversos dirigentes del PP coincidieron hoy en huir del triunfalismo ante las elecciones autonómicas y municipales del próximo 22 de mayo, para las que las encuestas auguran un resultado favorable a los populares, que se vería multiplicado en las elecciones generales de 2012.
En esa línea se manifestaron antes de entrar en la Junta Directiva del PP nacional, en unas declaraciones en las que predominaron como un estribillo esa llamada a la prudencia y una valoración muy negativa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de cuya victoria en las elecciones de 2004 se cumplen hoy siete años.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó: "El triunfalismo es nuestro peor enemigo", y por eso instó a sus correligionarios a "trabajar, trabajar, trabajar" para garantizar la victoria en los comicios de mayo.
En la misma línea, el presidente del PP en Canarias, José Manuel Soria, subrayó que "las encuestas no dejan de ser una fotografía en un momento determinado" y "la encuesta que vale es la que hagan los electores". Por tanto, pidió no confiarse y "trabajar día y noche para ese gran cambio".
También el diputado nacional Alfonso Alonso certificó que, aunque "las encuestas van bien, lo importante es lo que pase en mayo". Sin embargo, el senador y presidente fundador del PP, Manuel Fraga, dijo que no cree que "sea fácil en este momento" caer en el triunfalismo.
Los únicos que se salieron del guión fueron el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, quien dijo que los populares están "encantados de la vida", y el ex alcalde de la capital José María Álvarez del Manzano, quien afirmó que no sería triunfalismo, sino realismo, porque "hay una gran diferencia en sensibilidad de la gente acerca de quién lo hace bien y quién lo hace mal".
SIETE AÑOS
Tanto Álvarez del Manzano como Alonso y el diputado Vicente Martínez-Pujalte coincidieron en definir con la palabra "desastre" la gestión del Gobierno de Zapatero en estos siete años. Pujalte vaticinó "un retiro" que llegará antes de las elecciones de 2012, porque "los españoles no quieren que Zapatero se presente".
En este sentido, Soria interpretó la suspensión del acto preelectoral que iba a protagonizar el presidente en el pabellón de Vistalegre como una prueba de que en su día los socialistas "quisieron que la marca Zapatero tapara la marca PSOE", pero "con el paso del tiempo se han dado cuenta de que la marca Zapatero no era tan buena".
A su vez, Granados ironizó que "el espíritu de Vistalegre" que encumbró en otras ocasiones el liderazgo de Zapatero en el PSOE "se ha convertido en el fantasma de Vistalegre".

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