AMNISTÍA DENUNCIA QUE LA TELEVISIÓN IRANÍ EMITE VÍDEOS DE “CONFESIONES” FORZADAS DE CONDENADOS A MUERTE

Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves que las autoridades de Irán han utilizado “burdas tácticas de propaganda” con vídeos emitidos en televisión de “confesiones” obtenidas bajo tortura de personas condenadas a muerte con el fin de “deshumanizar a las víctimas ante la opinión pública”.
En un informe titulado ‘Retransmitiendo la injusticia, haciendo alarde de matanzas masivas’, AI pone de relieve la campaña mediática emprendida por las autoridades iraníes después de que el pasado 2 de agosto fueran ejecutados 25 hombres suníes acusados de pertenecer a un grupo armado y que consiste en “inundar” los medios de comunicación controlados por el Estado (como Radiotelevisión de la República Islámica de Irán y Press TV) de vídeos con sus “confesiones” forzadas en un intento de justificar las ejecuciones.
“Al exhibir a los condenados a muerte por la televisión nacional, las autoridades intentan descaradamente convencer a la opinión pública de su ‘culpabilidad’, pero no consiguen enmascarar una realidad alarmante: que los hombres ejecutados fueron declarados culpables de delitos definidos en términos imprecisos y ambiguos, y condenados a muerte tras juicios manifiestamente injustos”, manifestó Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional.
Luther indicó que las autoridades iraníes están obligadas a “llevar ante la justicia a quienes cometan ataques armados con resultado de muerte de civiles” y que “en ningún caso está justificado obtener ‘confesiones’ forzadas mediante tortura u otros malos tratos y difundirlas en vídeos escalofriantes”. “Constituye una grave violación de los derechos de los presos y los priva, a ellos y a sus familias, de la dignidad humana”, añadió
Según Amnistía, los vídeos de las “confesiones” contienen titulares sensacionalistas como ‘En manos del demonio’ (‘Dar dast-e Sheytan’) y ‘En la oscuridad profunda’ (‘Dar omgh-e tariki’), y “melodramáticas pistas musicales de acompañamiento”. En algunos de ellos se han intercalado las escenas de los hombres con textos propios de un tráiler de película, como “continuará” o “próximamente”, para potenciar su efecto dramático.
“CONFESIONES” FORZADAS
Por otro lado, Amnistía apunta en su informe que, en mensajes grabados en prisión y difundidos por Internet usando un teléfono móvil clandestino, muchos de los condenados a muerte decían que habían sido obligados a ‘confesar’ ante una cámara tras ser torturados durante meses en centros de detención del Ministerio de Inteligencia, donde fueron recluidos prolongadamente en régimen de aislamiento. Según contaban, recibieron patadas, puñetazos, golpes con porras eléctricas y latigazos, y fueron privados de sueño y de acceso a alimentos y medicamentos.
AI indica que, además de difundir los vídeos propagandísticos, las autoridades iraníes han difundido “una serie de declaraciones incendiarias que, de igual manera, describían a los ejecutados como abyectos delincuentes que merecían el castigo recibido”.
“Como las ‘confesiones’ en vídeo, esas declaraciones hacen una descripción distorsionada de los hechos y menoscaban la dignidad y reputación de estos hombres. Les atribuyen colectivamente un amplio conjunto de actividades delictivas y no aclaran la participación de cada uno en los hechos denunciados”, añade.
CONTRADICCIONES
Por otro lado, Amnistía Internacional apunta que Kaveh Sharifi, Kaveh Veysee, Shahram Ahmadi y Edris Nemati, que estaban entre los 25 hombres ejecutados el pasado 2 de agosto, aparecen en los vídeos de ‘confesión’. Loghman Amini, Bashir Shahnazari, Saman Mohammadi y Shouresh Alimoradi, cuatro hombres suníes que estuvieron recluidos en un centro de detención del Ministerio de Inteligencia en Sanandaj (provincia de Kurdistán), también aparecen de manera destacada.
En los vídeos, estos hombres se humillan repetidamente llamándose a sí mismos “terroristas” que merecen castigo y “confiesan” su relación con un grupo llamado Towhid va Jahad, que, dicen, llevó a cabo ataques armados y conspiró para asesinar a “infieles”.
En algunos de los vídeos se comparan a sí mismos con el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico) y afirman que habrían cometido “atrocidades peores” que dicho grupo si no los hubieran detenido. Estas grabaciones se intercalan con fragmentos de vídeo sobre las atrocidades cometidas por el Estado Islámico en Iraq y Siria, en un intento de explotar el miedo de la población a las amenazas para la seguridad en otras partes de la región y así justificar las ejecuciones de los hombres.
Amnistía recalca que los vídeos contienen además varias incongruencias que indican que las “confesiones” probablemente se hicieron siguiendo un guión. En algunos casos se relaciona a los hombres con delitos cometidos meses después de su detención o la naturaleza de los crímenes que se les imputan cambia radicalmente de un vídeo a otro.
Como Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Irán está jurídicamente obligado a prohibir, prevenir y castigar la tortura, a abstenerse de admitir como prueba “confesiones” obtenidas mediante tortura y a garantizar un juicio justo para todas las personas acusadas de un delito, según Amnistía Internacional.

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