En una nota de prensa, Anova se sitúa como "aliada de la independencia venezolana, de su soberanía nacional y de la unidad popular revolucionaria", como formación que, "como la revolución bolivariana", es "antiimperialista".
Anova asegura que la oposición venezolana tiene por objetivo restituir el orden liberal y no ampliar libertades ni derechos sociales. La estrategia de la derecha venezonala, añade, está "subordinada a desestabilizar el país, multiplicar el malestar ciudadano y crear un estado de excepción que permita un golpe por la fuerza para derrocar al gobierno y a la constitución bolivariana".
Anova acusa a la oposición a recurrir "a la violencia y al sabotaje", intentando "deslegitimar elecciones limpias" con el "aplauso" de los Estados Unidos, Europa y España, contando con los mismos apoyos de las fuerzas y corporaciones multinacionales que "llenaron Latinoamérica de dictaduras militares y gobiernos fascistas".
La formación política añade que a "falta de soporte social, el boicot", concentrado "en barrios ricos", se ha transformado "en violencia organizada y en terrorismo abierto en los meses previos al 30 de julio".
Como añadido, la "manipulación informativa" que, a juicio de Anova, se está produciendo en torno a la situación de Venezuela, "anestesia la conciencia crítica de los ciudadanos" e "impone la bondad de una intervención de fuerza contra la República Bolivariana".
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