Bernie Sanders, tenaz impulsor de una "revolución política"

El demócrata Bernie Sanders, quien el martes dio su apoyo a Hillary Clinton para su candidatura a la Casa Blanca, fue durante toda la campaña un tenaz defensor de una "revolución política", concitando el entusiasmo de millones de estadounidenses.

Con 74 años, Sanders se constituyó -al igual que el republicano Donald Trump- en la sorpresa de la campaña presidencial.

Luego de comenzar casi como un desconocido sin fondos, el senador del pequeño estado de Vermont, que se identifica como "demócrata socialista", crítico de Wall Street y de las crecientes desigualdades, se convirtió en duro adversario de Clinton, captando 12 millones de votos en las primarias contra 15,8 millones de la ex primera dama, y atrayendo multitudes a sus mitines.

Infatigable defensor de la clase media, Sanders inclinó la campaña demócrata hacia la izquierda, reclamando un salario mínimo de 15 dólares (contra 7,25 dólares actualmente a nivel federal), cobertura universal de salud, universidad pública gratuita y un gobierno "que funcione para todos, no solamente para los más ricos".

"Juntos comenzamos una revolución política para transformar Estados Unidos y esta revolución continúa", reiteró el martes al expresar su apoyo a Clinton.

Desde comienzos de junio Clinton tenía asegurada la candidatura demócrata a las presidenciales de noviembre.

Pero Sanders negoció durante varias semanas para incluir los temas que entiende prioritarios, logrando que varios de ellos fueran incluidos en el programa demócrata, que debe ser ratificado en la convención de Filadelfia a fines de julio, principalmente el salario mínimo y la gratuidad de la enseñanza universitaria para las familias que ganen menos de 125.000 dólares anuales. "El programa más progresista de la historia del partido", se congratuló.

Sus detractores lo califican de utopista, sus partidarios ven en Sanders un hombre auténtico que jamás se desvió de sus convicciones, desde los tiempos en que era alcalde de Burlington (1981-1989), la mayor ciudad de Vermont, con 42.000 habitantes.

Nacido en Brooklyn, Nueva York, el 8 de septiembre de 1941, y criado en una familia judía de clase baja que nunca pudo salir de su pequeño apartamento, Sanders es elocuente en sus experiencias personales sobre las dificultades para conseguir dinero.

Muy pronto, el joven Bernie se interesó en la política. Estudiando en la universidad de Chicago, se unió a la Liga de jóvenes socialistas, militó contra la guerra de Vietnam, se integró al movimiento por los derechos civiles, en grupos pacifistas.

En 1990 fue elegido a la Cámara de Representantes como independiente de Vermont. Luego de 16 años en esa cámara, ganó la banca en el Senado por el estado, y actualmente cumple su segundo periodo tras ser reelegido en 2012 con 71% de los votos. Fue independiente toda su carrera, hasta el año pasado, cuando adhirió al Partido Demócrata para la campaña.

En 2014 colaboró con el senador republicano John McCain para aprobar una ley que facilita a los veteranos de guerra obtener cuidados médicos, rompiendo las trabas partidistas que han paralizado gran parte de la vida política de Washington en años recientes.

Su dilatada trayectoria se compara con la de su rival Hillary Clinton. Pero para sus seguidores "Bernie" es diferente, ya que su candidatura está financiada con pequeñas donaciones, y no por ricos donantes.

Se ganó admiradores al negarse a lanzar ataques personales contra Clinton por el escándalo de correos electrónicos que manchó su periodo como secretaria de Estado o por las infidelidades de su esposo.

Vive en Burlington con su segunda esposa, Jane. La pareja tiene cuatro hijos y siete nietos.

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