Borbolla cree que la actuación de la dirección del PSOE fue "errónea" y "engañosa" pero que el "roto" se puede "zurcir"

EUROPA PRESS

En una entrevista en Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, Rodríguez de la Borbolla, que cree que este no es el peor momento que ha atravesado el PSOE, ha opinado que la división del partido se ha escenificado en "tendencias o grupos" pero que al final "no son permanentes". "Lo único malo en un partido es estabilizar las corrientes porque crea la imposibilidad prácticamente de llegar a acuerdos y consensos y un partido debe sintetizar posiciones, para encontrar propuestas que sean posibles y razonables, no para solo jugar con el corazón y la imagen", ha señalado.

Y es que, a su juicio, "no se pude estar poniendo permanentemente al partido al borde del precipicio, ni situar a la gente en un rincón, porque la gente que se arrincona sale con ganas de romperle la cara al otro".

En este punto, ha afirmado que "ha habido una actuación errónea por parte de la dirección del partido, y en alguna medida engañosa", toda vez que cree que "hemos perdido nueve meses desde el 20D entre el 'no es no' y el apoyo obligado, por las circunstancias, a un gobierno del PP, cuando había un montón de alternativas intermedias posibles".

Rodríguez de la Borbolla cree que las alternativas "intermedias" no se han aceptado "porque detrás estaba la posibilidad, y con eso ha jugado la dirección, de una Presidencia del Gobierno apoyada por el que fuera y no respetando que se había dicho que no se podía ir con los independentistas y ni con Podemos".

"No se ha respetado eso, se han hecho de tal manera las cosas que la pasada semana Pedro Sánchez postuló una solución, que era una especie de regate al borde del área, para conseguir el apoyo de los militantes a su persona saltándose todo lo demás, y el apoyo a un gobierno trasversal que no sabemos cuál sería", y esto, a su entender, "es jugar con trampa".

Tras reconocer que el PSOE le "duele siempre", ha defendido que el "roto" del partido "se pueden zurcir si tiene una buena zurcidora o un buen zurcidor", mientras ha señalado la democracia como forma de llegar a acuerdos y tener en cuenta a los demás.

Entretanto, el otrora jefe del Ejecutivo andaluz, que ha apuntado en otro momento que la percepción que se tiene ahora del PSOE en Andalucía "está un poco fastidiada por el ruido externo, pero creo que hay capacidad para afrontarlo todo", ha rechazado que se use el término 'barones' para referirse a los dirigentes territoriales del partido pues es un término "peyorativo" y estos dirigentes son "tan secretarios generales como el secretario general".

"En una organización como el PSOE, que es federal, el secretario general no es un rey ni un caudillo, y la soluciones hay que buscarlas no rompiendo nada, sino hablando mucho porque hay muchos intereses en juego", ha agregado Rodríguez de la Borbolla que ha abogado por buscar "posiciones intermedias". Así, ha lamentado que desde el Comité Federal que fijó que el congreso del PSOE no se celebrara hasta que hubiera gobierno y no sería con los independentistas, "no se ha hablado y se ha hecho un camino solitario".

Rodríguez de la Borbolla ha defendido que en las negociaciones para conformar un gobierno se tendrían que haber puesto los problemas de España por delante y no quién debe gobernar o no, para empezar a hablar y abordarlos, pero "si vamos a dialogar y dices que no es no, qué parte del 'no' no entiendes, ¿para qué vamos a dialogar?".

"La política es pedagogía, no es grito ni demagogia", ha dicho el expresidente andaluz, quien cree que ha habido "poca pedagogía" y que ahora debe haber "mucha interlocución con mucha gente de todos los niveles, dar la cara y explicarse, y explicar las razones y alternativas".

VE A PODEMOS EL "ENEMIGO"

Así las cosas, Rodríguez de la Borbolla, que cree que la socialdemocracia está en crisis, ha advertido de que el "enemigo" es Podemos, partido al que ha acusado de tener el "discurso clásico del populismo" tras reconocer que se ha leído las tesis de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

Ha explicado que en para hacer populismo señalan qué no le gusta a la gente, integran en su discurso los intereses que identifican y dicen que los defienden, "sean realizables o no", y todo "contra la casta".

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