"Hemos hecho nuestro trabajo. Hemos terminado la negociación de un acuerdo muy bueno. Ahora la pelota está en el tejado de Europa", ha afirmado Freeland tras reunirse con el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, antes de volver a Canadá. "Espero que pueda regresar en los próximos días con mi primer ministro para firmar el tratado como estaba previsto", ha añadido.
El veto de Bélgica debido a la oposición del Parlamento regional de Valonia, la región francófona del país, ha provocado la paralización de la firma del acuerdo.
"La puerta está abierta para todo, pero está muy claro que los problemas que están sobre la mesa son problemas europeos", ha apuntado Schulz. "Desde mi punto de vista no hay problemas que no se puedan resolver", ha añadido.
Este mismo sábado, unos 8.000 holandeses se han manifestado en Ámsterdam para solidarizarse con la región de Valonia por su veto a la firma del CETA. "La población de Valonia tiene un argumento fundamental, como nosotros: que el acuerdo no es bueno", ha explicado un responsable del movimiento TTIPAlarm, Jurjen van den Bergh, citado por la cadena RTBF.
La resistencia de Valonia, agregó, da ánimo a los activistas locales para alcanzar un acuerdo honesto. El canal comunicó que los manifestantes demandaron también defender los intereses de las empresas holandesas.
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