Comey defiende ante el Congreso exoneración de Clinton por e-mails

El director del FBI, James Comey, defendió enérgicamente el jueves ante el Congreso su decisión de no recomendar cargos contra Estado Hillary Clinton, alegando que no violó la ley al utilizar servidores privados de correo electrónico durante su gestión al frente del Departamento de Estado.

Poco después, el Departamento de Estado anunció la reapertuta de la investigación interna del caso, que ha sido un lastre para la candidata demócrata a la Casa Blanca. "Intentaremos ser lo más expeditos posible, pero no pondremos plazos artificiales", dijo el portavoz John Kirby.

Comey fue convocado para dar su testimonio ante la Comisión de Supervisión y Reforma del Gobierno, en la Cámara de Representantes, y reiteró que Clinton y sus asesores fueron "extremadamente descuidados" pero que la aspirante presidencial no violó la ley ni mintió a los agentes del FBI.

"Como he dicho, veo evidencias de gran negligencia, pero no veo evidencia suficiente para establecer que la secretaria Clinton y los interlocutores con quienes discutió información clasificada por correo electrónico sabían que lo que estaban haciendo era contra la ley", dijo.

Comey, cuya comparecencia ante los legisladores se prolongó por casi cinco horas, fue cuestionado duramente por legisladores republicanos que consideraron que Clinton recibió un trato preferencial.

El miércoles, el Departamento de Justicia anunció que, siguiendo la recomendación del FBI, no presentaría cargos contra Clinton, quien luce como favorita para las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

La investigación del FBI determinó que aunque la conducta de Clinton no fue criminal, su equipo fue negligente en la manipulación de información secreta en su servidor privado de correos electrónicos.

El escándalo por el uso de servidores de correo instalados en su domicilio se convirtió en una espesa nube negra sobre las ilusiones de Clinton de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos.

La oposición del partido Republicano alega que se trata de un caso de tratamiento especial y que ella no sigue los mismos estándares de comportamiento que el resto de los estadounidenses.

La cuestión de la confiabilidad de Clinton se convirtió en su principal problema en los sondeos de opinión.

"Yo creo que hay una preocupación legítima de que se trata de un doble estándar. Si tu nombre no es Clinton o no eres parte de una élite poderosa, la justicia actuará de forma diferente", dijo el presidente de la Comisión, el republicano Jason Chaffetz, durante la audiencia de Comey.

El director del FBI, quien es también republicano, aseguró que Clinton no recibió ningún tratamiento especial.

Durante su gestión al frente del Departamento de Estado entre 2009 y 2013, la aspirante presidencial utilizó servidores y una casilla de correo electrónico privada para manejar asuntos oficiales.

Los republicanos, y en particular el candidato Donald Trump, criticaron duramente la decisión de cerrar la causa.

"Basado en todo lo que se estaba diciendo, todos asumieron que sería considerada culpable. Ella es culpable, pero resultó ser que no se presentarán cargos en su contra. Es realmente formidable", dijo Trump con ironía.

La investigación ya había sufrido un grave sacudón la semana pasada cuando se reveló que la secretaria de Justicia, Loretta Lynch, se encontró con el ex presidente Bill Clinton, marido de Hillary, en un aeropuerto de Arizona.

Lynch aseguró que en ese encuentro no se discutió la investigación contra la ex secretaria de Estado.

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