Comienza referéndum en Tailandia sobre Constitución controvertida

Los tailandeses empezaron a pronunciarse este domingo acerca de una nueva y muy controvertida Constitución que daría a la junta militar en el poder un mayor control de la vida política, incluso después de unas elecciones.

Una de las disposiciones más criticadas contempla que el Senado sea designado, de modo que después de unas elecciones legislativas, prometidas para 2017, el Parlamento quedaría supeditada a una cámara alta controlada por los generales.

La comunidad internacional se ha mostrado muy crítica con este referéndum después de las detenciones y advertencias a los opositores por propugnar el no, del cierre temporal de la principal televisión opositora, de la ausencia de debate por ley, que castiga las críticas con diez años de cárcel...

A pesar de todo, los colegios electorales abrieron con toda normalidad la mañana del domingo.

Unos 50 millones de electores están convocados a las urnas. Los primeros resultados se conocerán por la noche.

Sin posibilidad de debatir, circula poca información de fondo sobre el nuevo texto. Los panfletos distribuidos por la comisión electoral, cuya imparcialidad se pone en duda, claman la futura "felicidad" del país. Nada dicen sobre que el senado no será elegido.

Se trata de "impedir que personas deshonestas hagan política", dice el folleto, sin detallar las trabas que el texto impone a los partidos políticos.

Sea cual sea el resultado de la consulta, la junta no está dispuesta a dejar el poder.

El objetivo es modificar profundamente el sistema político para impedir que vuelva al poder la oposición, especialmente el ex primer ministro Thaksin Shinawatra y su hermana Yingluck, cuyo gobierno fue derrocado por el golpe de Estado en 2014.

Hasta ahora, los militares siempre habían recurrido a los golpes de Estado, desde 2006 para Thaksina. Pero los Shinawatra siempre consiguieron volver al poder después de las elecciones.

Esta vez las élites monárquicas, sobre todo el ejército, quieren bloquear el sistema para evitar cualquier desorden en un periodo convulso respecto al futuro de la monarquía. El rey Bhumibol, de 88 años, está hospitalizado y hace meses que no aparece en público.

En esta consulta, el gran interrogante es la estrategia que seguirá el movimiento de los Camisas Rojas, partidario de Thaksin y Yingluck Shinawatra, muy popular en el norte y el nordeste del país.

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