El 64% de los directivos españoles cree que los sobornos son habituales en los negocios ¡y vamos mejor!

Directivos y corrupción
Directivos y corrupción
M.T.
M.T.

Un 64% de los directivos españoles considera que la corrupción y los sobornos son una práctica habitual en los negocios, según una encuesta elaborada por la firma de auditoría EY en 41 países. De acuerdo con estos datos, en el caso de España supone una mejora con respecto a la encuesta precedente, que situaba el porcentaje en el 69%.

Además, España cae desde la posición 13 (2015) hasta la 17 (2017) en percepción de corrupción y sobornos. El informe, que se publica cada dos años, pone de manifiesto que, a pesar de los continuos esfuerzos por combatir la corrupción y los sobornos en la región Emeia (Europa, Oriente Medio, India y África), el 51% de los directivos sondeados percibe que el problema está "muy extendido" en su país.

El 27% del total de los encuestados en dicha área asegura que el soborno es una práctica común en su sector para conseguir contratos, incluyendo el 14% de los consultados de Europa oriental. Los altos directivos de la región Emeia están fallando a la hora de fomentar una cultura ética en las compañías, según el informe, ya que el 77% de los miembros del consejo o altos directivos consultados afirma "que justificaría algún tipo de comportamiento poco ético si éste contribuyera a la supervivencia de una empresa".

Ojo, uno de cada cinco estarían dispuestos  a distorsionar las cuentas del rendimiento financiero de la empresa. Y también dos de cada cinco estaría dispuesto a no actuar de forma ética si eso repercute positivamente en su remuneración. Junto a ello, uno de cada tres estaría dispuesto a realizar pagos en metálico para ganar o retener proyectos de negocio.Los menores de 34 años no son más éticos, sino menos

Los encuestados de la Generación Y (25-34 años de edad) son más proclives a justificar un comportamiento poco ético para sobrevivir en una empresa (73%), para alcanzar objetivos financieros y para proyectar su propia carrera. Uno de cada 4 podría justificar el ofrecimiento de pagos en efectivo para ganar o retener negocios, comparado con 1 de cada 10 mayores de 45 años. No solo eso, el 49% de los miembros de la generación Y creen que sus compañeros no tendrían impedimentos éticos para mejorar su vida laboral. Y el 68% se saltaría la ética si con ello ayudaran a su empresa a sobrevivir. 

Sin embargo, el 28% de los sondeados considera que la regulación ha tenido un impacto positivo a la hora de disuadir comportamientos poco éticos, cuatro puntos porcentuales más que en el informe de 2015.

El 77% de los encuestados afirma que el enjuiciamiento de personas podría ayudar a que los ejecutivos evitaran incurrir en fraude, soborno y corrupción. 

Países como Francia, India, Rusia y España han introducido recientemente una nueva legislación sobre corrupción, blanqueo de capitales, evasión de impuestos o financiación del terrorismo.  El 28% de los encuestados cree que la regulación tiene un impacto positivo.

Las actividades de aplicación de la ley durante los últimos 18 meses, han sido bastante duras en materia de corrupción aunque la gente no lo perciba. 2016 ha terminado como un año récord para EE.UU en cuanto a la ejecución de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero. Veintisiete empresas, entre ellas muchas con sede en Europa, llegó a un acuerdo por valor de más de 2.500 millones de dólares.

En enero de 2017, la oficina del fraude del Reino Unido logró un acuerdo de acusación por un valor aproximado de 500 millones de libras esterlinas.

Por otra parte, sólo el 21% de los encuestados estaba al tanto de que había un canal para realizar en su compañía denuncias y el 73% consideraría la opción de aportar información directamente a terceros (reguladores, agencias de cumplimiento de la ley, medios de comunicación…).

Por último, el 52% de los consultados muestra preocupación por haber detectado conductas poco éticas en su empresa. Dentro de este grupo, el 48% revela presiones para retener información delicada, lo que llevó a que el 56% decidiera no informar.¿Cómo es el control de la corrupción en su empresa?

¿Deben las empresas controlar a sus empleados? Un informe realizado por la empresa EY desvela que vivimos en una era de incertidumbre e intereses enfrentados. Los empleados consideran que la empresa está en su derecho de usar las nuevas tecnologías para identificar y mitigar las amenazas internas para el negocio como evitar robos, manipulaciones y filtraciones.

El 75% de los encuestados entiende que las empresas deban revisar sus correos, pero el 89% también considera que es una violación de su privacidad. ¿Qué haría, no obstante, un empleado si percibiera que hay algún compañeros que está actuando de una forma poco ética? El 30% no reportaría información por lealtad al compañero, el 51% no informaría debido a la preocupación por su futura carrera y el 73% consideraría proporcionar información a un tercero, como un regulador o a la policía.

El informe, a la vista de estos datos, considera que las empresas tienen el reto de motivar a los empleados para que hagan lo correcto. No solo porque la situación económica es inestable (Brexit, Globalización, rechazo a las élites, desigualdad...).

La mitad de los encuestados ha sido testigo de irregularidades de distinto tipo en sus empresas, pero pocos denuncuan. Solo un 15% reconoce que en esa situación, informaría a las autoridades. 

Dado estos importantes cambios políticos y económicos, no es sorprendente que mientras que las percepciones generales de soborno y corrupción siguen siendo relativamente estables, algunos mercados emergentes, países de la antigua Unión Soviética, han registrado una mejora de las percepciones desde 2013.

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