Cuatro búlgaros fueron detenidos en España por traer de su país y explotar ilegalmente a decenas de compatriotas, a los que hacían trabajar en el campo en condiciones miserables, anunció este miércoles la Guardia Civil.
Las 33 víctimas de esta red ilegal eran engañadas con "falsas expectativas de trabajo", y al llegar a España se les comunicaba que habían contraído una deuda por su traslado.
Vivían hacinados en apartamentos "en condiciones de insalubridad", sin contrato de trabajo ni seguridad social, y laboraban en la recogida de cítricos en los campos de Valencia (este), cobrando a veces 50 euros de sueldo por dos meses de trabajo.
Por ello, fueron detenidos en octubre los cuatro responsables de la red, de edades comprendidas entre los 25 y los 43 años, y a los que se acusa de "trata de seres humanos con fines de explotación laboral y pertenencia a organización criminal", según la Guardia Civil.
Los 33 trabajadores, que residían ilegalmente en España, serán devueltos a Bulgaria, precisó a la AFP un portavoz del instituto armado.
La investigación comenzó a principios de 2016. La Guardia Civil no pudo precisar cuánto tiempo estuvo funcionando la red.
La operación fue efectuada en colaboración con la policía búlgara y la agencia europea Europol.
En los últimos años varias empresas españolas han sido sancionadas por contratar a inmigrantes sin declararlos y con sueldos de miseria, en particular en las zonas de Murcia y Almería (sureste), donde hay una vasta industria agroalimentaria orientada a la exportación.
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