LAS GOLONDRINAS ADELANTAN SU LLEGADA A LA PENÍNSULA

La golondrina común cada vez vuelve más temprano a la Penínsdula Ibérica en primavera, puesto que, según algunos estudios, adelanta un mes su llegada respecto a mediados del siglo pasado y SEO/BirdLife complementa esas investigaciones con la acumulación de miles de datos a través de su programa Aves y Clima, que realiza en colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y que cumple ahora su décimo aniversario.
Este programa consiste en anotar las primeras fechas en las que se producen diferentes fenómenos fenológicos, como la migración de las aves, la floración de los almentros y el inicio de la reproducción o la aparición de los primeros insectos. Desde su inicio, han participado en él más de un millar de voluntarios, que han aportado más de 100.000 registros, según informó hoy SEO/BirdLife.
“La aparición de la primera golondrina en nuestro pueblo o ciudad, la fecha de regreso de la cigüeña a su nido, la observación de los primeros vencejos adornando los cielos urbanos o las primeras escuchas del canto del ruiseñor en sotos y riberas son algunos de los registros que se realizan en estas fechas. Pero su importancia radica en el paso del tiempo, que es como puede valorarse la variación de los patrones migratorios de algunas especies o conocer si el cambio climático les afecta”, explicó Blas Molina, del área del Seguimiento de SEO/BirdLife.
Esta ONG indicó que las condiciones climáticas son uno de los factores fundamentales que determinan la llegada y la partida de las aves, el retraso o el adelanto de la floración o la actividad o el retraso en el bullir de los insectos. En relación con el flujo migratorio, un factor importante son las condiciones meteorológicas reinantes en las áreas clave de paso de las aves, como el estrecho de Gibraltar.
“Es en este punto donde los vientos de levante, si son fuertes, pueden producir un retraso en la llegada de las especies, ya que estas deciden esperar a me mejoren las condiciones climáticas para cruzar a la Península”, señaló Molina.
Esta situación se ha dado a comienzos de la semana pasada con el temporal de lluvia y viento acaecido en el mar de Alborán, entre la costa andaluza y Marruecos, lo que generó una acumulación de ejemplares o ‘cuello de botella’ de diversas especies en la cosa africana a la espera de que las condiciones meteorológicas mejorasen. Otras zonas críticas de paso se encuentran en los Pirineos, donde tienen que salvar esta gran barrera montañosa, o en puntos de la costa atlántica como Estaca de Bares.
YA ES PRIMAVERA PARA LAS AVES
Por otro lado, SEO/BirdLife aseguró que ya se ha registrado la floración de los almendros en el sur y de manera casi generalizada en el centro peninsular, y comienza la llegada de las primeras aves migratorias, como la golondrina común, el avión común, el críalo europeo o el milano negro, entre otras, que empiezan su expansión poco a poco desde el sur ibérico hasta el norte.
Otras aves, en cambio, comienzan a dejar la península rumbo a latitudes más norteñas, como de la grulla común o el ánsar común. En estos días es normal en muchas zonas de España ver retornar los bandos de grullas, que comienzan a concentrarse en puntos de descanso y alimentación como la laguna de Gallocanta (Zaragoza y Teruel) días antes de dar el salto definitivo a los Pirineos rumbo al norte y centro de Europa.
El pasado mes de enero ya había más de 27.000 ejemplares en Gallocanta, pero, dependiendo de las condiciones meteorológicas, pueden permanecer más o menos tiempo y pueden acumular más de 50.000 grullas.
Mientras, en las zonas urbanas algunas especies ya comienzan con su actividad reproductora iniciando la construcción del nido, como la paloma bravía, la paloma torcaz, el mirlo común o la urraca. Y es inconfundible el trino de cortejo del mirlo común al amanecer y atardecer. “Hay que destacar, que la fenología de las especies urbanas suele ser algo más adelantada que la de la misma especie en plena naturaleza, sobre todo porque las ciudades funcionan como islas de calor”, indicó Molina.
SEO/Birdlife facilita una aplicación digital y móvil (‘www.avesyclima.org’) que permite tanto los registros fenológicos como la consulta de datos para cualquier persona aficionada a la naturaleza que pueda contribuir a esa labor de ciencia ciudadana.

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