INVESTIDURA. RAJOY AFRONTA SU INVESTIDURA CON APOYO "INSUFICIENTE" Y ÁNIMO DE "PERSEVERAR" EN EL INTENTO

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, afronta su debate de investidura de esta semana con apoyo "insuficiente" para repetir en el cargo pero con ánimo de "perseverar" en el intento.
Así lo dijo él mismo ante los medios de comunicación este domingo después de cerrar junto al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, un acuerdo que le garantiza el apoyo de 169 escaños y a los que espera sumar el de Coalición Canaria.
La suma de 170 votos a favor es "muy importante pero insuficiente", subrayó el propio Rajoy, para superar los previsibles votos en contra de todo el resto del hemiciclo.
El debate de investidura comenzará el martes a las cuatro de la tarde con la exposición por parte de Rajoy de su programa de Gobierno, conocido ya en buena parte por su acuerdo con Ciudadanos para asegurarse los 32 escaños del partido de Rivera.
El miércoles a las nueve de la mañana se reanudará el debate con la intervención de los portavoces de los grupos parlamentarios, de mayor a menor cerrando con el mayoritario que apoya al candidato, el PP.
El primero en intervenir será, por tanto, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que si no hay novedades mantendrá su rechazo a la investidura de Rajoy, como lo harán también los 71 diputados elegidos bajo las candidaturas de Unidos Podemos y sus confluencias territoriales, los nueve de ERC, los cinco del PNV y prácticamente todo el Grupo Mixto, a excepción de los aliados del PP y Coalición Canaria.
En la primera votación, el mismo miércoles 31 de agosto, Rajoy necesita la mayoría absoluta para ser investido. En la segunda, 48 horas después, el viernes, bastaría con mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra al margen de las abstenciones. Sin embargo, si nada cambia es previsible que ambas votaciones tengan el mismo resultado y que Rajoy no supere los 170 votos a favor con todos los demás en contra.
Consciente de esa alta probabilidad, Rajoy subrayó en su comparecencia que el apoyo con el que cuenta no es suficiente para formar Gobierno, a pesar de que otros candidatos lo han logrado con menor respaldo por contar con abstenciones.
LA VIGENCIA DEL ACUERDO
Pese a ello, y preguntado expresamente por esa posibilidad, Rajoy dejó claro que su intención en caso de no lograr la investidura esta semana es "perseverar" en el intento, y además desvinculó esa intención del resultado de las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia del próximo 25 de septiembre. No solo dejó ver que volverá a intentarlo sino que sugirió además que no necesariamente esperaría para ello a después de esos comicios.
A pesar de ello, Rajoy no quiso dar por hecho que en caso de tener que intentarlo de nuevo su acuerdo con Ciudadanos siga siendo válido. Evitó responder a esa pregunta remitiéndose al momento actual en el que aún tiene que someterse al debate de investidura inmediato.
De forma parecida evitó pronunciarse sobre ello el líder de Ciudadanos, que al ser preguntado por esa vigencia aseguró que bastante ha costado comprometer al PP en un acuerdo para este debate de investidura como para aventurar más allá.
En todo caso, una vez cerrado el acuerdo con Ciudadanos y con el previsible respaldo de Coalición Canaria, las miradas de Rajoy y Rivera se dirigen ahora al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ha reiterado su voto negativo en todo caso.
Rajoy fue menos explícito al subrayar solo que él ha cumplido su responsabilidad y otros tienen que hacer lo propio, pero Rivera lo fue más al recordar, por ejemplo, que cien de las 150 medidas acordadas con el PP lo fueron también con Sánchez en la anterior legislatura y fueron avaladas por la militancia del PSOE.
Rivera cree que ese hecho dificulta el voto negativo del PSOE y subrayó, además, que dirigentes socialistas como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, sugirieron semanas atrás que Rajoy no tendría problema para ser investido si conseguía un respaldo que rozara el necesario.
Sin embargo, todo hace pensar que el PSOE mantendrá su voto negativo en las dos votaciones de este debate de investidura y que Rajoy se enfrenta a una investidura fallida que una vez constatada abrirá posibles nuevos escenarios en los dos meses posteriores.
La fecha de la primera votación, el 31 de agosto, determina que, en caso de expirar esos dos meses posteriores sin que ningún candidato hubiera obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolvería el Parlamento y convocaría nuevas elecciones con el refrendo de la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Esos comicios serían 54 días después de ser convocados, es decir, el 25 de diciembre, el día de Navidad.

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