Joao Santana, publicista de Lula y Rousseff, queda en libertad bajo fianza

El publicista de las campañas presidenciales de Dilma Rousseff y Lula, Joao Santana, investigado por recibir pagos vinculados al fraude en Petrobras, quedó en libertad bajo fianza este lunes tras seis meses de detención, informó el juez que lleva la causa.

Santana y su séptima esposa y socia Mónica Moura fueron liberados después de haber sido arrestados en febrero pasado, en el marco de una investigación para saber si recibieron pagos en el extranjero provenientes de la trama de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.

La resolución del juez Sergio Moro de la ciudad de Curitiba, donde está afincado el caso, estableció el pago de una fianza de 2,75 millones de reales (unos 860.000 dólares) para Santana. Para Moura la fianza es de 8,9 millones de dólares y los valores ya habían sido bloqueados en sus cuentas.

Según la resolución de Moro, Santana y su mujer no podrán salir del país ni mantener contacto con otros acusados o investigados en la llamada operación Lava Jato que indaga el megrafraude en la estatal.

La justicia investiga si pagos por 7,5 millones de dólares recibidos por los Santana en el exterior fueron por servicios prestados al izquierdista Partido de los Trabajadores de la suspendida presidenta Dilma Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva, y efectuados por la constructora Odebrecht y un presunto operador financiero con dinero de sobornos de Petrobras.

"Considerando aún los indicios de recibir sistemáticamente valores no registrados por remuneración de servicios en campañas electorales" Santana "queda prohibido de actuar directa o indirectamente en cualquier campaña electoral en Brasil hasta nueva deliberación", escribió Moro.

Santana es uno de los publicistas más conocidos de Latinoamérica, con un portafolio que incluye entre otros al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y a su sucesor Nicolás Maduro.

Su detención cayó como una bomba para Rousseff, enfrentada desde mayo a un juicio político en el Senado por supuesta manipulación de las cuentas públicas, en un proceso que tendrá su desenlace a fines de agosto o inicios de setiembre.

Rousseff será destituida si al menos 54 de los 81 senadores votan a favor del impeachment. En ese caso su exvicepresidente Michel Temer, que ya asumió de manera interina, terminará su mandato, que finaliza el 31 de diciembre de 2018.

La mandataria izquierdista no está acusada directamente de corrupción, pero el caso Petrobras ayudó a profundizar la crisis política de su segundo gobierno y a hundir la imagen de su PT, que gobernó Brasil desde 2003 hasta mayo pasado.

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