Juzgan este lunes al condenado por el crimen de la bebé Míriam, acusado de violar a su madre

EUROPA PRESS

Moya González, quien se enfrenta a una petición fiscal de 12 años de cárcel, va a ser enjuiciado ante el tribunal de la Sección Tercera cinco meses después de que un jurado popular le declarase culpable de golpear "con fuerza y en repetidas ocasiones" en la cabeza a la pequeña "con un objeto contundente y plano" y envolverla una vez estaba en estado comatoso "en film transparente con el propósito de asfixiarla" y, después, arrojar su cuerpo a una balsa de riego.

En este juicio por la presunta agresión sexual a Gema Cuerda, el Ministerio Público va a solicitar, al margen de la pena privativa de libertad, que se le imponga la medida de libertad vigilada una vez cumpla la condena por un periodo de diez años y que se le prohíba visitar o residir en Palma del Condado (Huelva), pueblo natal de las víctimas, así como aproximarse o comunicarse con Gema Cuerda o con cualquiera de sus familiares.

Este procedimiento derivó de la causa principal por presuntos delitos de detención ilegal y el asesinato de la bebé ya que los hechos se produjeron presuntamente antes de que Moya González apartase a la pequeña del lado de su madre.

El escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, señala que, a finales de octubre de 2012 y a través de una página web, el procesado contacto por 'whatsapp' con Gema Cuerda, "quien había puesto un anuncio". Desde el "primer momento", Moya González habría ocultado su identidad verdadera identificándose como Juan, "un rejoneador de prestigio, con fincas de ganadería y un nivel de vida alto, datos que eran falsos y de los que hizo uso para ganarse su confianza".

El fiscal recoge que, tras los primeros contactos, ambos acordaron conocerse y "probar si podría funcionar entre ellos una relación sentimental", por lo que en noviembre él se personó en Palma del Condado (Huelva), donde convivió con ella y con su familia "marchándose de vuelta a principios de diciembre al no cuajar la relación".

Añade que, días después, Moya González volvió a contactar con Gema Cuerda y le pidió que le visitase en Almería "poniéndole como pretexto que quería regalarse a su hija Míriam un traje para bautizarla".

Finalmente, ella se desplazó en tren hasta Guadix (Granada) con la bebé y allí, a las 23,00 horas del 19 de diciembre, le esperaba el procesado, quien las recogió y las subió a un turismo de alta gama con el que se dirigió a la Autovía A-92.

"GRAN TEMOR A QUE PUDIESE HACERLE DAÑO A ELLA O A SU HIJA"

El Ministerio Público apunta que, una vez en marcha, tomó el desvío de Las Huertezelas "conduciendo por carreteras secundarias y caminos rurales para él perfectamente conocidos", con la finalidad, según remarca, de "desorientarlas hasta llegar a las proximidades del pueblo de Nacimiento".

Después de pasar "un fría noche dentro del coche", Moya González las llevó a ambas presuntamente a un lugar deshabitado y con escaso tránsito de personas y una vez allí, "ató con una cuerda por detrás de la espalda las manos a Gema y la violó".

Subraya que la víctima "estuvo llorando y diciéndole que no quería, sin que emplease resistencia física debido a que la cohibía la presencia de su hija, a la que no quería asustar, y al gran temor de que le pudiese hacerle un daño mayor a ella o a su hija".

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