Militares hondureños conmemoran aniversario del fin de la guerra con El Salvador

Los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Honduras celebraron este lunes una ceremonia militar para conmemorar el 47 aniversario del fin de la "guerra de cien horas" en la que enfrentaron a El Salvador.

Unos 500 militares se reunieron en el parque El Soldado, sur de la capital, para oficiar una misa de campaña después de colocar ofrendas florales al monumento a los caídos en los combates.

"Es de grata satisfacción para las Fuerzas Armadas de Honduras celebrar en este día el acuerdo de paz firmado con la hermana república de El Salvador el 18 de julio de 1969", expresó en un discurso el jefe de Historia Militar, coronel José Trinidad Ramos.

Recordó que una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitida tras el acuerdo de paz, obligó a los dos países a "replegar las tropas" a más tardar en 96 horas y envió observadores a la frontera para comprobar el cese al fuego en los frentes de guerra.

"No venimos a conmemorar el desafortunado encuentro entre hermanos que en el desacuerdo de 1969 llenó de luto a hogares de Honduras y El Salvador", recalcó.

Ramos destacó que ahora ambos países afrontan amenazas "inmersas en la droga y el crimen organizado".

El conflicto, que dejó unos 5.000 muertos, la mayoría hondureños, estalló el 14 de julio de 1969, cuando aviones salvadoreños lanzaron bombas sobre Tegucigalpa, sin causar daños, mientras tropas de El Salvador avanzaban por tierra para tomar poblados de Honduras.

La OEA obligó a El Salvador a replegarse de territorio hondureño ocupado.

Según los historiadores, la llamada "guerra del fútbol", que se dio tras un partido entre las selecciones de ambos países en las eliminatoria al Mundial de México-1970, fue motivada más por la expulsión de miles de salvadoreños de Honduras para quitarles sus tierras, en el contexto de la reforma agraria, y no tener que afectar a los terratenientes locales.

Más de 300.000 salvadoreños vivían entonces en Honduras, la mayoría propietarios de tierras y de pequeños negocios.

El conflicto terminó con un acuerdo de paz firmado el 30 de octubre de 1980 con la mediación del diplomático peruano José Luis Bustamante i Rivero, acuerdo que condujo también a la delimitación de la frontera por la Corte Internacional de Justicia.