MADRID. UGT Y CCOO PEDIRÁN MAÑANA LA DEROGACIÓN DE LA LEY QUE LIBERALIZA LOS HORARIOS COMERCIALES

- Se manifestarán ante la Asamblea coincidiendo con el último Pleno antes de las vacaciones. UGT y CCOO han convocado una concentración ante la sede de la Asamblea de Madrid para mañana, jueves, coincidiendo con el último Pleno parlamentario antes de las vacaciones estivales, bajo el lema “No a la liberalización de los horarios comerciales”.
Fuentes sindicales explicaron a Servimedia que “queremos la derogación de la ley que en 2012 aprobó la apertura de los comercios los 365 días del año las 24 horas”.
Los sindicatos rechazan la liberalización de los horarios comerciales porque “no crea empleo, destruye los puestos de trabajo de calidad, fomenta el contrato parcial, imposibilita la conciliación de la vida familiar y laboral, desregula los horarios laborales y destruye el tejido comercial tradicional”.
Además de pedir la derogación de la ley de 2012 de dinamización de la actividad comercial en la Comunidad de Madrid, que permite la apertura de comercios todos los días y a todas las 24 horas, proponen una moratoria en la implantación de grandes superficies en el territorio, la regulación de las zonas de gran afluencia turística, así como una reordenación equilibrada del comercio.
Asimismo, defienden “apostar por un modelo comercial que garantice un empleo de calidad consolidando el empleo estable y mejorando las condiciones laborales y de salud de los trabajadores del sector comercial, potenciar el comercio de proximidad que asegura un modelo de ciudad, de pueblo, de barrio y de calle, en el que el comercio constituye una parte importante de nuestro signo de identidad, y un modelo de ciudad sostenible sin riesgos medioambientales añadidos”.
UGT y CCOO también quieren que “se dote al sector de un plan de empleo y consolidación en el que participen todos los agentes sociales, sindicales y empresariales que operan en el sector y se garantice el desarrollo de un comercio diverso y plural que ofrezca un servicio adecuado a las necesidades de la ciudadanía, un desarrollo empresarial a todos los niveles y empleo de calidad y estable, sin que se produzca competencia desleal, y puedan coexistir comercial y económicamente sectores dispares en tamaño y ofertas a los ciudadanos”.
Según los sindicatos, la ley de 2012 “ha producido no pocos desajustes y cambios laborales en el conjunto del comercio madrileño, afectando a dos elementos principales del sector”.
A su juicio, “las condiciones de trabajo de los empleados se han desregulado de forma muy significativa, habiendo tenido un efecto muy perverso y negativo en lo relativo a su conciliación de su vida laboral y familiar, deteriorada de forma exponencial, además de crear mucha incertidumbre en la aplicación de turnos de trabajo”.