Presidente catalán dispuesto a negociar "fecha" de referendo independentista

El presidente de Cataluña, el independentista Carles Puigdemont, aseguró este lunes no encontrarse "en una lógica de confrontación" con el gobierno central, sino de "diálogo", y propuso incluso negociar la "fecha" de un referendo de autodeterminación acordado con Madrid.

"No estoy en una lógica de confrontación, sino de diálogo", dijo Puigdemont durante un desayuno informativo organizado en Madrid, tras la aprobación por el parlamento catalán de una resolución que prevé un referéndum sobre la independencia de esa comunidad en septiembre de 2017.

"Hay que encontrar una solución política" ante las aspiraciones de los catalanes que desean pronunciarse sobre el futuro de su región, dentro o fuera de España, añadió.

"En porcentajes de escaños y de votos, hay un 60% de apoyo a un referéndum y un 40% de rechazo", argumentó este experiodista, en el poder en Cataluña desde enero.

Las negociaciones, aseguró, podrán incluso tratar "la fecha" de la consulta y de "sus condiciones", de "la pregunta a realizar", o de "los resultados para considerar válida la respuesta".

"Y obviamente, también se puede hablar de un compromiso de moratoria antes de volver a promover un referéndum similar. Y de eso se debería hablar", dijo.

"Cuando haya un gobierno de un presidente que 'no esté en funciones' (....) voy a llamar (a Mariano Rajoy, el presidente conservador en funciones), le voy a felicitar, y le voy a pedir hora", aseguró Puigdemont, refiriéndose a la situación de bloqueo político a nivel nacional, en un país dirigido por un gobierno en funciones desde diciembre de 2015.

El parlamento de Cataluña (noreste de España) votó el jueves pasado a favor de celebrar un referéndum a más tardar en septiembre de 2017, aparentemente redoblando su pulseada con el gobierno.

Los independentistas catalanes aseguran que la consulta de 2017 tendrá lugar con o sin el visto bueno de Madrid, aunque se enfrentarían a un problema de legalidad y de credibilidad: a falta de acuerdo, sus opositores no acudirían a votar y la baja participación podría restar fuerza a su propósito.

En 2014, el expresidente catalán Artur Mas convocó un referendo que fue prohibido por el Tribunal constitucional. Aun así, se mantuvo la convocatoria a una consulta sobre la independencia sin efectos jurídicos.

Unos 2,3 millones de personas sobre un censo estimado en unos 6 millones de habilitados votaron, y un 80% de ellos lo hizo a favor de la independencia regional.

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