Radovan Karadzic encara su destino este jueves en el TPIY

Más de 20 años después de la masacre de Srebrenica y del atroz asedio de Sarajevo, el exjefe político serbiobosnio Radovan Karadzic conocerá el jueves, tras un largo juicio histórico, si el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY) lo considera culpable de genocidio.

Karadzic, de 70 años, está acusado de 11 cargos por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra durante la contienda bélica de Bosnia, que causó más de 100.000 muertos y 2,2 millones de desplazados entre 1992 y 1995.

Será el más alto responsable juzgado por el tribunal por los supuestos crímenes cometidos durante este conflicto, tras la muerte en 2006, durante el proceso, del expresidente serbio Slobodan Milosevic.

Reconocible por su mecha blanca, Karadzic fue el presidente de la república unilateralmente proclamada de los serbios de Bosnia, la República Srpska.

Según la acusación, quería dividir Bosnia y "echar para siempre a los musulmanes y croatas de los territorios reivindicados por los serbios de Bosnia".

Para el fiscal Serge Brammertz, el juicio contra Karadzic es "uno de los más importantes de la historia del TPIY", tanto por el número de víctimas como por la "responsabilidad de hombres políticos en el sufrimiento de su pueblo", afirmó a la AFP.

Karadzic, siquiatra de formación, está acusado entre otras cosas de la matanza en julio de 1995 de casi 8.000 hombres y adolescentes musulmanes por las fuerzas serbias de Bosnia en Srebrenica, la peor cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Según la acusación, esta masacre fue una "limpieza étnica" planificada por Karadzic junto con Slobodan Milosevic después del desmembramiento de Yugoslavia, en 1991.

La acusación también le imputa la responsabilidad del asedio de Sarajevo, que duró 44 días y se cobró 10.000 vidas, así como de los campos de detención en "condiciones de vida inhumanas".

Karadzic, en aquel momento el fugitivo más buscado de Europa, escapó a la justicia internacional durante cerca de 13 años. Fue detenido en julio de 2008 en un autobús en Belgrado. Se hacía pasar por un terapeuta de medicina alternativa.

Durante su alegato final, Karadzic, que se defiende solo, afirmó que era "un hombre de paz". "Hice todo lo que era humanamente posible para evitar la guerra y reducir el sufrimiento humano", declaró.

Para su consejero jurídico, el exjefe político serbiobosnio "no sabía lo que pasaba en Srebrenica". "Quiere ser absuelto y volver a su casa", aseguró Peter Robinson.

"Sería una gran sorpresa para todo el mundo", dijo sin embargo a la AFP, recordando que Karadzic apelará cualquier otra decisión.

La acusación solicitó cadena perpetua.

Unos cien representantes de las asociaciones de las víctimas de Bosnia, entre los que se encuentran antiguos detenidos de los campos así como madres de las víctimas de Srebrenica, se desplazarán a La Haya para asistir a la lectura del veredicto, que tendrá lugar este jueves a las 14H00 (13H00 GMT).

Para ellos, el principal objetivo de este juicio es el cargo número 2, el de genocidio en los otros municipios distintos de Srebrenica. "Si no se le castiga por ello, la pena, cualquiera que sea, será desvalorizada", declaró Munira Subasic, presidenta de una de las asociaciones de madres de Srebrenica.

Al contrario que en la masacre de Srebrenica, reconocida como genocidio por la justicia internacional, los jueces todavía no han reconocido que se perpetrara en otros municipios un genocidio, el crimen más difícil de probar en derecho internacional.

"Hay una percepción de una cierta jerarquía de los crímenes, y el genocidio es el más grave", asegura a la AFP Rachel Kerr, profesora en el King's College de Londres. Sería "muy significativo, a nivel legal y político".

El que fuera, según el negociador estadounidense de la paz en Bosnia Richard Holbrooke, "uno de los hombres más malvados del mundo", esperará su sentencia en su celda de La Haya.

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