Los rebeldes chiitas hutíes en Yemen negaron el jueves haber atacado un navío de guerra estadounidense en el mar Rojo, unos disparos que llevaron a Estados Unidos a bombardear tres sitios de radares en zonas controladas por los insurgentes.
Las afirmaciones estadounidenses "no tienen ningún fundamento", declaró la agencia rebelde Saba citando a un responsable militar del campo aliado a los hutíes.
"El ejército (aliado a los rebeldes) y los Comités populares (milicias) no tienen nada que ver con esta acción", agregó este responsable.
"Esas alegaciones apuntan a crear falsas justificaciones para intensificar los ataques y cubrirse de los crímenes perpetrados por la agresión" de la coalición liderada por Arabia Saudí contra el pueblo de Yemen, agregó la fuente.
Estados Unidos bombardeó el miércoles tres radares ubicados en territorio bajo control rebelde tras los ataques con misiles contra buques de guerra el domingo y el miércoles, indicó el Pentágono.
Los disparos de misiles del domingo y el miércoles fueron efectuados desde zonas controladas por los hutíes, afirmó el portavoz del Pentágono Peter Cook.
Es la primera vez que Estados Unidos interviene militarmente contra los hutíes, que desde 2014 controlan la capital Saná y otras regiones del país, obligando al gobierno a exiliarse.
En 2015, una coalición árabe, dirigida por Arabia Saudita, lanzó una operación militar para apoyar a las fuerzas leales al gobierno.
Hasta ahora, Estados Unidos se había limitado a aportar una ayuda logística a la coalición, como el reabastecimiento en vuelo de los bombarderos e informaciones de inteligencia.
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