Refuerzan seguridad alrededor de Kerbala, en Irak, por conmemoración de Ashura

Las medidas de seguridad fueron reforzadas este martes en los alrededores de la ciudad iraquí de Kerbala, en ocasión de la festividad religiosa de la Ashura, la más importante del calendario chiita, en la que centenares de miles de peregrinos acuden a la ciudad santa.

Soldados, policías y milicianos fueron desplegados en gran número en la ciudad y sus alrededores para proteger a los peregrinos.

Los fieles conmemoran la muerte del nieto del profeta Mahoma, al que los chiitas consideran su sucesor, asesinado en el año 680 por las tropas del califa omeya Yazid durante la batalla de Kerbala.

Según la tradición, el imán Husein fue decapitado y su cuerpo descuartizado, lo que muchos fieles conmemoran con autoflagelaciones con las que recrean su "martirio".

Peregrinos chiitas del mundo entero, muchos de ellos del vecino Irán, visitan todos los años su mausoleo, ubicado a un centenar de kilómetros al suroeste de Bagdad.

"Nuestras fuerzas del ejército, así como de las policías federal y local, han tomado estrictas medidas de seguridad para proteger a los peregrinos dentro y en los alrededores de Kerbala", declaró a la AFP el coronel Ala al Ghanimil, portavoz policial.

"Fuerzas del Hashd al Shaabi (milicianos sobre todo chiitas de las Unidades de movilización popular) han adoptado medidas de seguridad para controlar zonas en el oeste de la provincia de Kerbala", agregó, haciendo alusión a la provincia de Al Anbar, ex plaza fuerte del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que aún está presente en algunos secores.

Según Ghanimil, unos 30.000 miembros de las fuerzas de seguridad participan para garantizarla en la ciudad y sus alrededores.

Este martes, los peregrinos cantaban la historia trágica del imán Husein, en tanto algunos se golpeaban el pecho o la espalda con sus manos o con cadenas en señal de duelo.

Estandartes negros ornaban la ciudad, y las calles vecinas a los mausoleos del imán Husein y de su hermano Abas, también muerto en la batalla de Kerbala, estaban desbordadas por peregrinos, en su mayoría vestidos de negro.

El número de peregrinos alcanzaría a los tres millones, según el vicegobernador de la provincia de Kerbala, Ali al Mayali. Éste precisó que unos 250.000 fieles han llegado a la ciudad durante los dos últimos días.

Por el momento no se registró ningún incidente en materia de seguridad con el dispositivo puesto en marcha para la Ashura.

Considerados como "herejes" por el EI, los chiitas en Irak son frecuentemente blanco de ataques de los yihadistas sunitas en Bagdad y otras partes, pero Kerbala es por lo general más segura.

El EI, que en 2014 tomó el control de amplios territorios en Irak, reivindicó un atentado en Bagdad que el domingo pasado provocó cinco muertos frente a una tienda en la que fieles chiitas comenzaban a conmemorar la muerte del imán Husein.

Esa muerte, en 680, tuvo lugar en plena disputa sobre quién sería el legítimo sucesor del profeta Mahoma tras su deceso, para dirigir a los creyentes.

Esta disputa provocó la actual división entre los musulmanes.

Una minoría de éstos, es decir, los futuros chiitas, querían que el sucesor fuera un descendiente del Profeta y por ello apoyaban a su primo y yerno Ali, padre de Husein.

Los otros, posteriormente los sunitas, insistían en que el sucesor no debía tener forzosamente lazos de sangre con el Profeta.

Muawiya, fundador de la dinastía de los Omeya, se convirtió en califa a la muerte de Ali y según la tradición chiita designó a su hijo como sucesor, violando un acuerdo por el cual Husein debía sucederlo.

Siempre de acuerdo a la tradición chiita, el imán Husein sabía que moriría en la batalla de Kerbala, pero quería evidenciar la corrupción e irreligiosidad del califa Yazid.

Desde entonces, la Ashura simboliza para los musulmanes chiitas la lucha contra la opresión.

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