Rusia ha retirado un escaso número de sus efectivos militares de Siria desde que en marzo el presidente Vladimir Putin anunciara un retiro parcial, y además estableció una nueva base cerca de Palmira, dijo este miércoles un portavoz militar estadounidense.
La "capacidad" militar rusa en Siria "es más o menos la misma o casi idéntica" a la que tenía antes del anuncio de retiro parcial por el presidente Vladimir Putin, indicó el coronel Steve Warren, portavoz estadounidense que hablaba por videoconferencia desde Bagdad.
Los rusos "continúan teniendo fuerzas áreas allí, continúan teniendo fuerzas terrestres, continúan teniendo artillería", indicó el coronel Warren.
"Y siguen teniendo Spetsnaz (fuerzas especiales), que asesoran y asisten a las fuerzas sirias", agregó el portavoz del Pentágono.
Pero los bombardeos aéreos rusos están ahora más orientados contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), y no más contra los opositores a Bashar al Asad en general, reconoció Warren.
El portavoz militar confirmó que las fuerzas rusas habían construido una "base de avanzada" en Palmira (centro), la ciudad que las fuerzas sirias recuperaron en marzo de manos del EI. Esto le da a Rusia "una cabeza de puente para una presencia más permanente en la región", estimó.
Desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Damasco en marzo de 2011, la guerra civil en Siria ha dejado más de 270.000 muertos y arrojado a las rutas a millones de personas, que han provocado una crisis humanitaria en la región y en Europa.
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