MADRID. SÁNCHEZ MATO TACHA DE “GRAVÍSIMO ERROR” QUE EL PCE ACEPTARA “UN REY NOMBRADO POR UN DICTADOR”

El delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, afirmó este lunes que fue “un gravísimo error” que el Partido Comunista de España aceptara la Monarquía consagrada en la Constitución, y con ella a un “rey nombrado por un dictador”, un “régimen caciquil y atravesado por la ley sálica”.
Sánchez Mato tuvo que pronunciarse así en la Comisión de Economía y Hacienda a instancias de una pregunta que le formuló el concejal del PP Percival Manglano, quien sacó a colación una afirmación del delegado en la presentación de un libro de que el poder local era una gran palanca para cambiar las cosas, como demostró la instauración de la II República, que se produjo tras unas elecciones municipales.
Manglano quiso además dejar constancia de su opinión de que la imagen idílica de la II República es falsa, como lo demostraría la quema de conventos, y recordar a Sánchez Mato que el PCE pidió el voto a favor de la Constitución de 1978 con el sistema monárquico incluido.
El interpelado se quejó de la “actitud caciquil” que, desde su punto de vista, había llevado al PP a formularle esta pregunta en una sesión de la Comisión de Economía y Hacienda. El presidente de ésta, el también concejal ‘popular’ José Luis Moreno, tuvo después que justificar la admisión a trámite de la pregunta asegurando que le pareció “una buena oportunidad para que el delegado se explicara”.
Así lo hizo Sánchez Mato, de hecho. Proclamó que etimológicamente “república” significa “cosa pública” y trabajar por ella, y defendió la Segunda como “un régimen democrático”, aunque tuviera “fallos”, que derrocó un golpe de Estado que, recriminó, en el PP “siguen aplaudiendo porque son herederos de Franco”.
Añadió que él no es militante del PCE, aunque respeta su historia y su labor, pero tachó de “gravísimo error” que aceptara la Monarquía, la cual consagró a “un rey nombrado por un dictador” y “un régimencaciquil y atravesado por la ley sálica” que es “muy contrario a él “y a mucha gente”.
En contraposición, defendió a la Segunda República como un sistema democrático, que estableció el sufragio universal, la separación de poderes, la igualdad ante la ley, la educación pública, una laicidad “que no hemos logrado recuperar”, el derecho de reunión, el permiso de paternidad, la eliminación de la censura y otras cosas. “De eso somos herederos”, recordó, y atribuyó el rechazo del PP a recconocerla a que “todo eso les da igual”.

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