Ésta ha propuesto indemnizaciones de 33 días por año con un tope de 15 mensualidades para los trabajadores despedidos y dos días más de indemnización para quienes opten por la baja voluntaria.
Para los trabajadores que permanezcan en UGT FICA, se les aplicaría una rebaja salarial, que los afectados han calificado de "brutal", pues en algunos casos se traduciría en una disminución superior a la mitad de sus nóminas.
También a los que se queden se les ha planteado una reducción de jornada de diez horas semanales, pasando de contratos de jornada completa a contratos parciales de 25 horas.
Para los mayores de 61 años, la propuesta de 20 días por año con un tope de 12 mensualidades, lo que los afectados han llamado "la reforma laboral pura y dura" y que consideran una discriminación "intolerable" por razones de edad.
"Los trabajadores de UGT exigen condiciones dignas y no traumáticas, para todos, tanto para los que tengan que salir forzosamente de la empresa, como para aquellos que permanezcan en la misma. Sólo exigen las mismas condiciones para los trabajadores de la 'casa' que las que el sindicato exige cuando negocia un ERE en cualquier empresa", subrayan los afectados, que añaden que "esta actitud inhabilita a la UGT para seguir haciendo bandera de oposición a la reforma laboral".
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