Abucheos a zapatero y ausencia de la bandera de venezuela en el desfile de la fiesta nacional


El desfile militar de este año con motivo del Día de la Fiesta Nacional, presidido por los Reyes, estuvo marcado por los repetidos abucheos al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ausencia a última hora de la bandera de Venezuela, que debía haber desfilado junto con las de otros países iberoamericanos. Según la versión oficial, una "indisposición" de última hora del abanderado venezolano impidió su presencia en el desfile.
Minutos después de las 10.30 horas, los Reyes, junto a los Príncipes de Asturias, llegaron al Paseo de la Castellana, donde fueron recibidos por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón; la ministra de Defensa, Carme Chacón; la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, y la delegada del Gobierno en la Comunidad, Amparo Valcárce.
El Rey, como capitán general de las Fuerzas Armadas, vestía uniforme del Ejército de Tierra, y el Príncipe uniforme de la Armada, con el empleo de capitán de navío. La Reina lucía un traje de chaqueta y falda color rosa palo y la Princesa una camisa color salmón y pantalón gris con un pañuelo del mismo tono.
Antes de la llegada de la Familia Real se escucharon los primeros gritos contra el presidente del Gobierno pidiendo su dimisión, así como algunos insultos, junto con aplausos a los miembros de la Casa Real y gritos de “¡Viva el Rey!”, aunque también se pudo escuchar algun sonoro “¡Viva la República!”.
En varios puntos del Paseo de la Castellana se produjeron abucheos contra el presidente del Gobierno, cuando éste salía en las pantallas o era mencionado por el relator del desfile. Las muestras críticas de una parte del público se pudieron escuchar incluso en el homenaje a los caídos.
Junto con el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general José Julio Rodríguez, don Juan Carlos pasó revista a un batallón de la Guardia Real. Después tuvo lugar el salto de un equipo de la Patrulla Paracaidista Acrobática del Ejército del Aire (Papea), desde un avión C-212, con la bandera nacional, ante la tribuna de autoridades. El espectáculo provocó los aplausos de los asistentes.
RECUERDO A LOS CAÍDOS
Seguidamente se izó y se homenajeó a la enseña nacional y a los que dieron su vida por España, al son de "La muerte no es el final".
Este homenaje presidido por el Rey, acompañado por el presidente del Gobierno y el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, recuerda especialmente este año a los siete militares y un intérprete español adscrito al Ejército que han fallecido en 2010 (cuatro en Afganistán y cuatro en Haití).
La parada militar se desarrolló este año con la participación de más de 3.000 militares, casi un millar menos de miembros de las Fuerzas Armadas que el año pasado. Frente a los más de 4.200 militares, 209 vehículos y 58 aeronaves del año pasado, en esta edición desfilaron algo más de 3.000 militares, 153 vehículos y 50 aeronaves ante la tribuna de autoridades, situada en la Plaza de Lima por segundo año consecutivo.
A continuación comenzó el desfile terrestre con la sección de motos de la Guardia Real, acompañada por el Mando y Estado Mayor de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra (Bripac), la unidad actualmente desplegada en Afganistán, la unidad de veteranos de los tres ejércitos y de la Guardia Civil, y la unidad de reservistas voluntarios.
Seguidamente, la agrupación motorizada pasó frente a la tribuna de autoridades y el Ejército de Tierra exhibió el personal y los medios de los Regimientos de Artillería Antiaérea 71, 72 y 74 y del de Artillería de Campaña número 63, entre otras unidades. También participaron en este bloque la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Guardia Civil, con el Seprona incluido.
En este momento se intercalaron los desfiles terrestres y aéreos. Por el Paseo de la Castellana pasaron los medios acorazados encabezados por el Regimiento de Infantería Acorazado Alcázar de Toledo 61, acompañado por el de Infantería Mecanizada Asturias y por la Brigada de Caballería Castillejos II, con sede en Zaragoza, así como una unidad del Tercio de Infantería de Marina.
Los familiares de los fallecidos en este año acompañaron a las autoridades en este homenaje. El Rey saludó a cada uno de ellos cariñosamente.
AIRE
Por el aire desfilaron las 50 aeronaves de los ejércitos de Tierra, del Aire y la Armada. Hicieron pasadas los cazabombarderos F18, Mirage F1, F5 y Eurofighter, los aviones de transporte C295, el reabastecimiento en vuelo Boeing 707 y aviones especializados en extinción de incendios CL215 Canadair, los "apagafuegos"'.
Les siguieron los aviones Harrier de la Armada y los helicópteros navales SeaHawk, los helicópteros de transporte Cougar y Chinook y el de combate Tigre del Ejército de Tierra.
El cierre del desfile aéreo lo marcó una pasada de los siete aviones de la acrobática Patrulla Águila del Ejército del Aire.
A PIE
De nuevo a pie, comenzó la última parte de la parada militar con un batallón de la Guardia Real, que dio paso a las banderas y estandartes de todos los que desfilaron y a los alumnos de las escuelas militares de los ejércitos y de la Guardia Civil.
También lo hicieron las banderas y estandartes de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Bolivia y México, países homenajeados en esta edición con motivo de la celebración de los bicentenarios de su independencia.
Como colofón desfilaron las unidades que más visión tienen para la sociedad, porque son las que participan en misiones en el exterior o en acciones más cercanas con los ciudadanos.
La segunda agrupación a pie estuvo formada por un batallón mixto de la Armada con infantes de Marina, una compañía de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y las unidades de paso específico, el Tercio Duque de Alba de la Legión, con su rápido avance a 160 pasos por minuto, y los Regulares de Ceuta y Melilla, que volvieron a mostrar su característico uniforme con aires arábicos y su lenta cadencia de desfile, a 90 pasos por minuto.
Cerraron el desfile las unidades a caballo de la Sección Hipomóvil de la Guardia Real y el Escuadrón de Sables de la Guardia Civil, antes de que una unidad de la Armada arriara la bandera nacional que presidió la parada.
Al finalizar el desfile, los reyes don Juan Carlos y doña Sofía ofrecieron en el Palacio de Oriente la tradicional recepción con motivo del Día de la Fiesta Nacional.
AUSENCIA DE VENEZUELA
La polémica se desató por la ausencia de la bandera de la República Bolivariana de Venezuela, que no desfiló junto con las otras enseñas de países
iberoamericanos, aunque inicialmente estaba previsto que lo hiciera. La ausencia se debió al parecer a una "indisposición" de última hora del abanderado.
Al desfile militar de este año faltaron los presidentes autonómicos del País Vasco, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares, La Rioja y Murcia.
Este año asistieron los tres vicepresidentes del Gobierno, así como los ministros de Exteriores y de Cooperación; Interior; Fomento; Defensa; Trabajo e Inmigración; Medio Ambiente y Medio Rural y Marino; Cultura; Sanidad y Política Social; Ciencia e Innovación, e Igualdad.

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