Ginebra, 16 ene.- Afganistán sigue siendo un país desolado, ya que pese a que se han construido mejores infraestructuras y a ciertos avances en materia de comunicaciones y en el acceso a los mercados internacionales, la inseguridad en las zonas rurales es un problema que sigue sin solución
Según lamentó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a través de un comunicado, la proliferación de grupos armados afines y contrarios al Gobierno ha dado lugar a una gran inestabilidad en materia de seguridad.
Asimismo, explicó que el año pasado concentró sus esfuerzos en ese país en reclutar y entrenar policías y militares afganos, y transferir las responsabilidades de seguridad de las fuerzas internacionales a las locales, un objetivo que a juicio de la Cruz Roja "va por buen camino".
El representante del CICR en Afganistán, Reto Stocker, aseguró que uno de los problemas "más urgentes" que interesan a esta organización son las dificultades a que tienen que afrontar las comunidades rurales para obtener un acceso seguro a los servicios médicos locales en áreas de conflicto.
"Este proceso está haciendo más precaria la vida de las personas que viven en decenas de distritos del norte y el oeste de Afganistán", criticó, al tiempo que recordó que es "la simple pobreza" el factor que está aumentando su vulnerabilidad.
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