AMPL.- Sin papeles.- Rubalcaba dice que el director de Policía y su segundo no dieron órdenes sobre cupos de detenidos

  • La oposición habla de instrucción 'política' que va contra el Estado de Derecho y le exige que asuma responsabilidades

La oposición habla de instrucción "política" que va contra el Estado de Derecho y le exige que asuma responsabilidades MADRID, 17 (EUROPA PRESS) El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se desvinculó hoy por completo de la instrucción policial para realizar un cupo de extranjeros en situación irregular. Rubalcaba negó que la orden parta de su departamento porque ni el director general de Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ni su segundo, el director adjunto operativo, Miguel Angel Fernández Chico, trasladaron esa instrucción ni verbalmente, ni por escrito. Ante la comisión de Interior del Congreso, Rubalcaba dijo esta mañana que "no existe ninguna instrucción, circular, ninguna orden, ni verbal, ni escrita, dictada por los responsables policiales, que son el director general y el director adjunto operativo", para establecer un número de detenidos por no tener 'papeles'. Según afirmó Rubalcaba, "el objetivo prioritario de la política de expulsiones del Ministerio, no es otro que concentrarse en aquellos extranjeros, legales o ilegales, que tenga actividades delictivas en España". Rubalcaba no hizo referencia durante cuatro horas de comparecencia en ningún momento al jefe superior de Policía de Madrid, Carlos Rubio. La nota que adelantó el pasado domingo Europa Press trasladaba en la Comisaría de Villa de Vallecas instrucciones de una reunión celebrada en la Jefatura Superior de Policía de Madrid el 12 de noviembre de 2008. "Extranjeros: en base a la población de cada distrito, hay que hacer un número de detenidos. Villa Vallecas, objetivo = 35. Si no los hay, se va a buscarlos fuera del distrito", decía. Rubalcaba dijo hoy que se trata de un correo electrónico. Cinco horas después de que apareciese la noticia, la Dirección General de Policía y Guardia Civil hizo pública una nota en la que decía: "A cada distrito se le marcan unos objetivos mensuales en todas las áreas de actuación policial y que comprenden todas las infracciones recogidas en la legislación", añadiendo que también se fijaban "unas directrices que sirven exclusivamente para aplicar la Ley de Extranjería". "Estas directrices se determinan en función de las circunstancias poblaciones y delincuenciales de cada zona, y de acuerdo con el cumplimiento estricto de los distintos apartados de la Ley de Extranjería, que impone a las fuerzas de seguridad la obligación de incoar expedientes sancionadores ante la detección de inmigrantes en situación irregular", añadía. UPyD: "ES INCOMPATIBLE CON EL ESTADO DE DERECHO". Toda la oposición pidió explicaciones hoy a Rubalcaba por la nota y las que ofreció no convencieron en absoluto al Grupo Popular y a UPyD. La portavoz de este partido, Rosa Díez, acusó a Rubalcaba de "esconderse detrás de las palabras, realizando una declaración solemne que no es compatible con la realidad de los hechos". Para Díez, detrás de la orden policial hay "una actuación política escandalosa e incompatible con el Estado de Derecho". La intención última, a juicio de la responsable de UPyD, pretende mejorar las estadísticas sobre delincuencia a través de las detenciones de inmigrantes irregulares. "Es más fácil detener a un inmigrante que a un delincuente", dijo la líder de UPyD. Además, estas instrucciones "manipulan la función de la Policía". "Los policías no lo hacen porque les guste sino porque les obligan", añadió. Por su parte, el Partido Popular exigió a Rubalcaba que señale al responsable de la orden de detener irregulares. "Si no determina los responsables, usted se hace cómplice y tiene que asumir la responsabilidad de unas instrucciones que vulneran el Estado de Derecho", afirmó el diputado Rafael Hernando. Rubalcaba se había limitado a exculpar al director de la Policía y a su segundo. En este sentido, Hernando afirmó: "Ya sé que no le voy a encontrar dando instrucciones por escrito. Hay otras formas bien conocidas de actuar". Para el PP, las instrucciones de detener irregulares responden a la necesidad de Rubalcaba por "abultar la estadística". "Usted ha convertido su ministerio en un ministerio de la propaganda y cuando no le salen los números, actúan y toman determinaciones para que les cuadren y le salgan", zanjó Hernando. RUBALCABA: "ESAS DETENCIONES NO VAN AL PARLAMENTO". Rubalcaba se defendió asegurando que las detenciones de irregulares no entran en las estadísticas que se llevan al Parlamento por no ser un delito penal, y añadió que "ningún policía hace nada inconstitucional se lo mande quien se lo mande". El ministro acusó a Rosa Díez de verter acusaciones de actos ilegales a los policías y ésta se revolvió asegurando: "Es usted el que ha dicho que la Policía habrá actuado por su cuenta. No pierda el tiempo en echarle a los funcionarios de policía la culpa por lo que es su responsabilidad política". Por su parte, el diputado del PNV Emilio Olabarria definió la práctica policial denunciada como la de "los palotes", en referencia al interés por subir las estadísticas de eficacia policial con detención de inmigrantes por el único hecho de no tener la documentación en regla. Las explicaciones del ministro al día siguiente de la noticia suponen, para Olabarria, "una confirmación tácita" de esa práctica, que el diputado 'peneuvista' tachó de "aberrante". El diputado de CiU Carles Campuzano pidió a Rubalcaba que condenase "explícitamente" esas prácticas porque vincular extranjería y delincuencia es entrar en "un terreno muy delicado", viéndose la convivencia perjudicada. Sin embargo, el diputado ERC Joan Tardá no dudó de la inexistencia de "consignas" para detener por el solo hecho de ser un inmigrante 'sin papeles', aunque sí pidió evitar la "alarma social" que supone "detener a un padre irregular a la puerta de un instituto cuando lleva al hijo a la escuela". Rubalcaba dijo que se trata de unidades policiales en lucha contra el "trapicheo" de drogas y que alguien se ha podido confundir. "No me puedo creer que alguien tenga esa malísima fe", afirmó el ministro.

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