(ampliación) pacto social. Los sindicatos advierten de que el acuerdo no acaba con la confrontación de la reforma laboral


Los secretarios generales de las organizaciones sindicales advirtieron al Gobierno de que el Acuerdo Económico y Social no supone el fin de las discrepancias sobre la reforma laboral y aseguraron que continuarán con las medidas de presión puestas en marcha para su rectificación.


En rueda de prensa, los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, defendieron su apoyo a este “gran acuerdo” pero subrayaron que “en ningún caso supone apartar las discrepancias con el Gobierno en relación a la reforma laboral”.
En este sentido, Méndez afirmó que esta reforma está “acreditando su inutilidad” y está provocando “problemas añadidos” en el mercado laboral.
“Para nosotros es un contencioso que sigue pendiente”, añadió el líder de UGT, quien señaló que los sindicatos mantendrán la iniciativa legislativa popular que tienen en marcha para reclamar la revisión de la reforma en el Congreso de los Diputados.
Por su parte, el secretario general de CCOO apuntó que los sindicatos van a seguir insistiendo en exigir al Ejecutivo que subsane la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido seis millones de personas por la congelación de las pensiones.
Así, afirmó que el acuerdo “para nada va a impedir que sigamos reclamando que seis millones de pensionistas que han visto congeladas sus pensiones por la decisión unilateral del Gobierno recuperen el poder adquisitivo”.
Por su parte, Méndez explicó que la decisión de UGT de aprobar la firma del acuerdo se explica por factores de contenido y de contexto. Según el líder ugetista, el consenso se debe a que el contenido de las reformas “merecía ser apoyado”, pero también “ha pesado mucho” el contexto general en el que se han desarrollado las negociaciones, marcado por “las últimas cifras económicas y de desempleo”.
Por otro lado, el secretario general de UGT reiteró que es “fundamental” que los grupos políticos presentes en el Pacto de Toledo se sumen al consenso.
En cuanto al contenido del acuerdo, Méndez destacó que ha habido “modificaciones sustantivas” respecto de la posición de inicio del Gobierno, que planteaba una edad legal de jubilación en los 67 años y que finalmente ha quedado como “un intervalo de edades de jubilación” entre los 63 y los 67 años.
Por su parte, Toxo señaló que no califica el acuerdo como un pacto de Estado porque “faltan interlocutores y materias”, pero agregó que sí es “un gran acuerdo”, especialmente en pensiones y políticas activas de empleo.
“UNA AUTÉNTICA REVOLUCIÓN”
También destacaron que en la reforma de pensiones se hayan incluido medidas para corregir las lagunas de cotización de las madres y padres que abandonan el mercado laboral para atender a los hijos; y que se reconozcan los periodos formativos de los jóvenes.
Para Méndez, la incorporación de estos dos aspectos “supone conciliar el aumento de la contributividad con el estímulo al crecimiento demográfico y al mantenimiento de los jóvenes en los procesos formativos”.
Por su parte, Toxo aseguró que estas novedades son “tremendamente importantes” y suponen “una auténtica revolución en las posibilidades de incorporación de los jóvenes al mercado laboral”.
Los líderes sindicales defendieron el impacto sobre la negociación de la huelga general celebrada en septiembre y aseguraron que “ha pesado en el ánimo del Gobierno para abrirse a una negociación, no sólo sobre la reforma de las pensiones sino de mayor amplitud”. “Se diga lo que se diga le huelga general ha hecho mella en la posición del Gobierno”, afirmó Méndez.
Sobre este tema, Toxo subrayó que si hay acuerdo “es porque hubo una huelga general en septiembre”, aunque añadió que también “porque el Gobierno ha sufrido un desgaste importante”.
Sobre la reforma de las políticas activas de empleo, destacaron que el Gobierno haya “reconsiderado” su posición y haya “recuperado” la ayuda a los parados que hayan agotado sus prestaciones y subsidios, y no tengan rentas.
No obstante, Toxo lamentó que la ayuda sea de 400 euros, no de 426 euros como hasta ahora, y criticó que el Gobierno “ha estado un poco cicatero con las personas que peor lo están pasando”. Sin embargo, admitió que “viene a paliar en parte la situación que atraviesan estas personas”.
Méndez se refirió al plan de choque para jóvenes y parados de larga duración mediante la contratación a tiempo parcial y apuntó que los sindicatos lo han asumido porque en los condicionantes para su aplicación “se evita el efecto sustitución, está acotado en el tiempo y hay un compromiso por parte de los empresarios para utilizar esta alternativa para adelantar las contrataciones”.
Por otro lado, el líder de CCOO apuntó también que el acuerdo establece la convocatoria de la mesa de la función pública y avanzó que las organizaciones sindicales “vamos a insistir en reclamar la recuperación del poder adquisitivo de estos trabajadores”.
En cuanto al papel de las organizaciones empresariales, Toxo señaló que el cambio en la dirección de CEOE “ha influido de forma decisiva” en la negociación ya que ha permitido a la patronal “superar sus problemas de liderazgo”.
Por último, mostraron su confianza en que el resto de partidos y especialmente el PP se sumen al acuerdo, por lo menos en lo referido a la reforma de pensiones. En este sentido, Méndez destacó que el principal partido de la oposición haya mostrado su posición favorable a avalar el resultado de la negociación si acababa en acuerdo.
Más elocuente fue Toxo, quien calificó como “muy importante” la actitud del PP y de los partidos que se opusieron en el Pacto de Toledo al retraso de la jubilación, ya que eso ha permitido que el Gobierno cambiase su postura.
Por el contrario, no fueron tan positivos con la figura del nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez. Para Toxo, lo importante fue “el cambio de actitud del Gobierno” y no el nombre del ministro, mientras que Méndez afirmó que “hasta el rabo todo es toro, y hasta el ministro de Trabajo, todo es Gobierno”.

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