Andalucía. El candidato de ciudadanos señala a tres imputados del psoe que harían imposible un pacto


El candidato de Ciudadanos a la Junta de Andalucía, Juan Marín, ha denunciado que el PSOE tiene intención de llevar en las próximas elecciones municipales a dos candidatos por Almería y otro por Huelva que harían imposible un pacto autonómico debido a sus implicaciones en casos de corrupción política.
En una entrevista concedida a Servimedia, Marín confirmó, como ha dicho repetidamente el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que la imputación por casos de corrupción será “una línea roja” que marcará a la hora de pactar con unos partidos u otros. “Lo más urgente es eliminar la corrupción”, justificó.
“Nosotros no vamos a llegar a acuerdos con ningún partido político que lleve imputados en sus listas electorales y que mantenga en cargos públicos a gente que está imputada por casos de corrupción política. Ahí no hay ningún tipo de dudas ni de negociación posible”, zanjó.
Marín lamentó que el PSOE vaya a llevar a dos imputados en la lista por Almería y a otro por la de Huelva, y que el PP incorporará a otro en el número dos por Cádiz, por lo que les advirtió que “tendrán que solucionarlo si quieren pactar con Ciudadanos”.
En su opinión, ante el cansancio actual de la población, ante las imputaciones hay que abandonar el puesto, defenderse por su cuenta ante los tribunales y, una vez aclaradas las dudas, volver o no a la política.
CON EL PSOE EN SANLÚCAR
Más allá de eso, negó que el haber estado años gobernando con los socialistas en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, donde ha sido teniente de alcalde, signifique una mayor cercanía al PSOE por su parte.
“Para nada: firmé un acuerdo para sacar adelante una serie de reformas que han sido útiles, porque respetamos lo pactado. Si hubiera sido con el PP me habría dado exactamente igual”, aclaró, antes de situarse ideológicamente más cerca del libre mercado que del intervencionismo estatal en la economía.
Sentarse a negociar, aunque no necesariamente aprobar, algunas de las propuestas de Ciudadanos será también una condición para pactar un Gobierno: que los partidos se hagan responsables subsidiarios de los desfalcos de sus representantes, un cambio en la ley electoral hacia la proporcionalidad y las listas abiertas y que los subvencionados en los cursos de formación de parados quienes los reciben y no quienes los imparten, de forma que la oferta de los mismos se amplíe a empresas e instituciones distintas de partidos y sindicatos.
Con quien Marín no ve ninguna posibilidad de acuerdo es con UPyD, mientras se mantenga la actual dirección estatal. A nivel autonómico, asegura que tampoco se le ha acercado nadie de este partido de cara a un posible acuerdo pre o postelectoral; ni siquiera de la corriente crítica ‘La ciudadanía primero’ encabezada por el eurodiputado Enrique Calvet.
Marín asumió con orgullo la condición de “naranjito”, el despectivo que esta semana hizo famoso el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, convirtiendo a Rivera en ‘trending topic’ mundial de la red social Twitter, y deseó que los populares “sigan haciéndonos campaña”.
ATAQUES DEL PP
El candidato dijo comprender los ataques del PP (“Están preocupados porque están perdiendo fuelle y nosotros ganándolo”), pero no precisó si en Andalucía los potenciales votantes de Ciudadanos vienen de este partido. “Vienen de la clase media trabajadora cansada del bipartidismo y las promesas incumplidas”, generalizó.
Marín da por hecho que Ciudadanos estará en el Parlamento, y dijo que la duda es ahora si “podrá ser determinante en el Gobierno andaluz”. Para ello, confía en que las visitas de Rivera, “un referente en la política nacional”, en la campaña que comenzó este jueves a medianoche, propulsen al partido, ya que asume que a él le conoce todavía poca gente.
El cabeza de lista de Ciudadanos precisó que lo primero que tratará de impulsar si influye en el Gobierno es una auditoría de las cuentas de la Junta. No cree que Andalucía no debe reclamar la cesión de más competencias, porque el Estatuto de Autonomía ya se las otorga en las materias donde debe tenerlas, sino que lo que necesita ésta es financiación suficiente para ejercerlas y “un poco de solidaridad” porque “no puede ser que estemos a tanta distancia del resto de comunidades” en casi todos los índices económicos, junto con Extremadura.
En este sentido, reprochó al presidente extremeño, José Antonio Monago, que “se ha pasado de la raya” con el vídeo promocional en el que criticaba a Andalucía, y aplaudió que el PP le haya obligado a pedir disculpas.
“Andalucía sólo quiere que la traten igual que a las otras comunidades autónomas. No queremos ningún privilegio, pero que no nos ninguneen. Tenemos ocho millones de habitantes y eso tiene que verse reflejado en los presupuestos generales del Estado”, puntualizó.
DEUDA HISTÓRICA
No obstante, Marín no considera un privilegio la llamada deuda histórica del Estado hacia la comunidad, y , si está cuantificada en 20.000 millones, estima que “se ha de ponernos al día”.
Tampoco hace ascos al Plan de Empleo Rural (PER), respecto al cual dijo que “todas las ayudas son bienvenidas”, sólo que “hay que rentabilizarlo, darle un contenido, una planificación y aprovecharlo”. Admite que se ha de ir hacia una economía no subvencionada, pero cree que “en este momento sería un error renunciar a algo que corresponde a Andalucía”.
Respecto a otros temas de actualidad en Andalucía, reclamó un respeto a la cultura y las creencias que se reflejan en las procesiones, en la que él mismo participa. “Andalucía es tierra cofrade”, afirmó al preguntársele por la polémica ocasionada por Podemos cuando se mostró dispuesto a suprimirlas.
Marín se declaró muy respetuoso con la instrucción del caso de los ERE que lleva a cabo la juez Mercedes Alaya, que en su opinión “ha hecho lo que debía” cuando “ha mandado al Supremo a quienes tenía que m andar porque ya no era competencia suya juzgarles”. Para el candidato de Ciudadanos, Alaya “está haciendo un trabajo muy profesional”.
Finalmente, de acuerdo con lo que lleva el partido en su programa, Marín defendió la permanencia de Canal Sur, pese a que Rivera ha cuestionado las televisiones autonómicas, y sólo propugna un cambio de gestión para hacerlo más eficiente y rentable y menos partidista.

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