Ángel Gabilondo pinchó en su primer asalto a la Puerta del Sol en las elecciones autonómicas del año 2015. Entonces, cuando fue nombrado candidato por el PSOE para tratar de arrebatarle el Gobierno al Partido Popular de la candidata Cristina Cifuentes, las urnas no le acompañaron.
Gabilondo tenía entre sus objetivos relanzar una opción política que había naufragado en manos del exalcalde socialista de Parla Tomás Gómez y aunar los respaldos suficientes para volver a colocar al PSOE al frente de la Comunidad Autónoma de Madrid, que se había desdibujado desde 1995.
Su candidatura consiguió 37 escaños y 804.692 votos, lo que suponía un 25,44% de los sufragios. Respaldo insuficiente para superar a un todavía fuerte Partido Popular que, con todo, necesitó del respaldo de Ciudadanos para gobernar la región. Los de Cifuentes cosecharon 48 escaños, que con el respaldo de los 17 de Cs mandaron al ilustre profesor a la bancada de la oposición.
Gabilondo se tuvo que conformar con ser portavoz socialista, aguantó el tirón de una legislatura complicada y, en las elecciones autonómicas que acaban de celebrarse, ha vuelto a fracasar aunque ha incrementado sensiblemente el respaldo al PSOE. No será el segundo presidente socialista de Madrid.
Gabilondo tuvo en su juventud formación religiosa católica y formo parte de la Congregación Corazonista, que abandonó a finales de los años 70 del siglo pasado tras sufrir una crisis espiritual.
Gran parte de su vida profesional ha girado en torno a la enseñanza, la Universidad y a la Facultad de Filosofía de la Autónoma de Madrid, donde se licenció en esa materia.
Gabilondo -hermano del periodista Iñaki Gabilondo- fue elegido rector de la Universidad Autónoma de Madrid el 27 de abril de 2002 y el 7 de abril de 2009, ministro de Educación.
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